Cada latido tiene su nombre...

Recuerdo la primera vez, que me vi en sus ojos. Sentí su mirada penetrar hasta mi alma y posesionarse de ella. Todo en lo que alguna vez había creído dejó de existir. Por más que me resistía a su encanto, cada día de tiempo que pasaba lograba invadir mi corazón con una rapidez increíble. La chica rebelde que alguna vez fui, estaba siendo conquistada por alguien que sin ningún esfuerzo lograba traspasar la coraza que por tanto tiempo había permanecido intacta. Todos los días había una lucha constante de emociones. Contra que luchaba? Un día de tantos me pregunte que era lo que esperaba encontrar en "mi caballero de armadura blanca" y de pronto vino a mi mente su imagen adorada...
No había duda, todo por lo que siempre había esperado estaba ahí ante mi. El resto del mundo perdió importancia ante tal descubrimiento. Finalmente el amor tocaba a mi puerta y yo no podía salir huyendo por la ventana. Quien dijo miedo? Tenia que aceptar que por primera vez en mi vida estaba enamorada. Realmente enamorada. Y de mi mejor amigo, de ese ser extraordinario que el destino un día puso en mi camino. Cómo podría decirle lo que sentía? Creo que las cosas más importantes siempre son las más difíciles de decir.
Guarde el secreto bajo llave, mi mundo ya tenia dueño. Y siempre al acabarse el día cobraban vida mis sueños.
Pasaron los días, los meses y los años y un día de tantos después de compartir mil cosas juntos vino a despedirse por que se marchaba lejos de la ciudad, de mi... La noticia me dejó anonadada. Por primera vez en mi vida no sabia que decir. Pero de pronto sucedió lo inesperado, lo sorpresivo. Tomo mis manos entre las suyas y mirándome directamente a los ojos hizo la pregunta anhelada: Quieres casarte conmigo? Sentí como mi pecho se llenaba de emoción y sin pensarlo dos veces le dije ¡¡si, si quiero casarme contigo!!
Nunca supe cuál de los dos quedo más sorprendido si él o yo. Pero al día siguiente ya estábamos en el registro civil de la ciudad firmando nuestra acta de matrimonio.
Siempre he pensado que las grandes decisiones no se piensan, se hacen. Porque si las piensas, terminas no haciéndolas.
Sabia que no había nadie mejor que él y no me equivoqué. Y aunque hoy, ya no está conmigo.
Después de haber pasado 21 años juntos creando memorias y de tener dos hijos maravillosos me he dado cuenta de que estar a su lado ha sido la mejor aventura que he tenido. Y si pudiera el tiempo regresar volvería a enamorarme con la misma fuerza y con la misma intensidad de siempre. Porque amarle a él, es lo más emocionante y divertido que he echo en mi vida.
"Puedo escuchar latir mi corazón y cada latido tiene su nombre"

 

Solo quien ha amado realmente ha vivido, Poeta. Felicitaciones... tanto por haber vivido como por tu hermoso poema-prosa.

 

Gracias poeta Cesar Guevar por el regalo de su presencia en mis letras y por tan bello y significativo comentario. Saludos.

 

Magnífico relato, que aún a pesar de ese final doloroso, permite la esperanza al contemplar la intensidad del amor. Mis saludos.

 

Gracias poeta Luis A. Ruiz Peradejordi por su amable visita y por tan bello y sensible comentario. Saludos.

 

Ha sido un placer disfrutar esta bellísima prosa. Creo que tus palabras y cada frase van reflejando esos latidos. Afectuoso abrazo estimada poeta.

 

Gracias poeta Agus Mcpoets por su paseo por mis letras y por tan bello y sensible comentario. Bendiciones para este hermoso y fresco día. Saludos.

 

Tu trabajo siempre es el diario amoroso de la vida, veo que tu capacidad narrativa es pulcra, deberías intentar también escribir ficción, por supuesto sin dejar de lado tus propias experiencias emotivas y tu capacidad de conmover a los lectores.
Es muy sano que el alma se exprese.
Te envío un abrazo muy fuerte con cariño y admiración.
Feliz fin de semana .

 

Gracias amiga y poetisa Cecy B. por el bello regalo de su visita a mis letras y por ese sincero y amable comentario lleno de motivación. Un día de estos trataré tan solo para ver el resultado. Un abrazo uniendo distancias. Deseo tenga un hermoso día lleno de bendiciones.