Amig@ poeta.

Este otoño me huele a primavera
y si no pude encontrar ni una flor,
quizá no busqué bien por esa acera
de la oscura calle que aquí me dejó.

Traigo, eso sí, el frío de la noche
la lluvia de un árbol que rocé
relámpagos de las luces de un coche
y el agua de los charcos que pisé.

Déjame abrir, amig@ tus poemas
y correr como un loco por su piel
declararle la guerra a sus fonemas
y descorrer los velos de su sed;

y luego de acunar tus sentimientos
con cuyo aroma yo me embriagaré,
seré escudero fiel de tus silencios
con mi pluma y escudo de papel.

 

Bellos versos impregnados de sensibles metáforas entrelazando la realidad cotidiana con el quehacer del poeta a través de la lectura de sus poemas. Recibe un cordial saludo deseándote lo mejor siempre para tus días. Hasta pronto.