Atrapar el tiempo - dos sonetos

Esa metáfora-analogía que me brindas aquí es como para guardar, Jorge; me ha gustado mucho.
Creo que no solo hay que estudiar la historia para ver esa relatividad del tiempo; en nuestros tiempos individuales su transcurso es algo tan subjetivo como que hay segundos que parecen eternos y horas que se van en un segundo.

En cuanto a los apuntes que me dejas:
-efectivamente he ido a corregir esa tilde de más; aunque la nueva normativa de la Real Academia sobre las tildes fue en 2010 y estos sonetos son de 2014, se ve que todavía me quedaba algún resabio de épocas pretéritas, jajaja...
-este otro:

(se me ocurre evitar la repetición de «con», reemplazándolo por «en», y cambiando en el siguiente «el» por «al»)

la acepto por completo; a cambiarlo voy.

Gracias por pasar y comentar.

Abrazo.

 

Puuff...Aplausos! Sonetazos. Vaya corte literario le estoy dando a lo que te comento. Pero el tono de dos pulgares que apuntan hacia el techo firmemente creo que te lo he dejado en claro. Los voy a volver a leer, para resignarme sabiamente cuando note que el tiempo se me escurre entre los dedos. Para eso existe, si es que realmente existe. Nuevamente, mis sinceras felicitaciones.

Gus

 

Yo soy de los que piensan que el espacio-tiempo son dos caras de la misma moneda necesarias para sostener la sensación de una vida imaginaria que necesita esos parámetros para desarrollarla.

¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción..... que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

Esta enigmática reflexión de Segismundo en el drama de Calderón va más allá de una mera vivencia personal, mucho más allá de su mensaje aparente. Es la filosófica apreciación de una realidad intuída: la mágica e ineludible necesidad de percibir la existencia como una ficción soñada sin respaldo cierto.
Algo así como que se nos aparece la vida que transitamos desde otra realidad ignota e indescifrable que la conforma y la conduce.
Y para esa dudosa entelequia necesitamos "inventarnos" el decorado del espacio y el tiempo... para poder sustentar la misteriosa fantasía.

Disculpa, Juan Ramón, el fárrago a estas horas. Hay noches en que uno no está pa ná.

Me han gustado mucho tus sonetos. Un abrazo.

 

Pues para no estar pa´ná a esas nocturnas horas, Vicente, sí que te han dado estos versos míos motivos para filosofar. Para mí ese monólogo de Segismundo es una de las cumbres de nuestra poesía clásica y por esa sendas tuyas me han llevado también sus reflexiones. Fíjate que ese pensamiento ha llegado hasta hoy en un arte como el cinematográfico en donde en un film como "Matrix" se pone en duda qué es realidad y qué es ficción en este mundo nuestro.
Filosofar ha sido uno de los vicios por donde mi mente suele transitar y hay días en los que desde buena mañana ese vicio se apodera de mí extraordinariamente, luego se me va quitando...

Un abrazo poeta y gracias por brindarme estos pensamientos que leo a estas tempranas horas.