Tras las rejas Imagen 6- Oct/2018

TRAS LAS REJAS…

Manos de hombre joven
aferradas a la libertad.

Yo te miro desde el otro lado,
solo veo oscuridad.

Son los mismos barrotes de hierro acerado,
redondeados.

Son los mismos barrotes,
pero a ti te hacen soñar,
te hacen soñar la vida al otro lado,
en la luz.

Idealizas la libertad. Los rayos de sol,
su luz, su calor.

El sonido de las olas del mar,
su brisa, su humedad salina.

Los colores de otoño,
el crujir de las hojas al caminar.

Los colores perfumados de primavera.

Idealizas la reunión familiar.
Buen vino, buen manjar.

La tertulia con los amigos,
el buen café humeante.

El cigarrillo compartido, los malos chistes,
el abrazo fraternal.

Me miras, y me ves a través de la ventana enrejada
y envidias mi libertad.

Me miras y quieres usurpar mi vida,
mi identidad… tus sueños.

Tienes todo un mundo por explorar,
de emociones, situaciones,
de… del valor de lo inmaterial.

¿Pero… no recuerdas que,
todo eso al alcance de la mano lo tenías?

Que te mojaste los pies en la playa,
la brisa del mar te besaba
y ese sol, el que te da luz y calor… siempre te abrazó,
y tú... nunca de él te acordaste… ¿Lo recuerdas?

Ahora te das cuenta que lo tenías todo,
lo más importante.

Te pasaba lo que a mí ahora,
que miro hacia “esos barrotes”
y miro hacia dentro, hacia tu lado
… y no sueño,
solo veo oscuridad, tristeza.

Cadenas y mazmorras.

Humillación. Desdichas y penas.

Pienso en “el cabrón de mi jefe” que me explota,
en las facturas, el no llegar a fin de mes,
en la desigualdad entre hombres y razas,
entre pueblos,
en las botas del poderoso,
que son de hierro
y cada vez pesan más… y te envidio

Te envidio por tus sueños…

Dime, hombre aferrado a tus sueños
¿Quién tras la reja está? ...

¿Tú o yo...? ¿Dime...?
​

José Ignacio Ayuso Díez​

​

 

Me ha gustado mucho, José I.
Tu poema va atrapando conforme aumenta en intensidad, y deja un final espléndido que lleva a la reflexión. Un placer leerte.Un abrazo,
Eva

 

Los dos son prisioneros, tras las rejas solo sueños por lo perdido, por lo que hoy , que ayer era rutina, es casi mágico; El carcelero queda prisionero de su pequeño mundo a puertas abiertas, aferrado a los barrotes de sus días repetidos, vacíos, y más que nada a su pensamiento de creerse afortunado de no ser el otro, cuando solo se está mirando en un espejo
Muy interesante tu poema o prosa, me ha gustado mucho como lo desarrollaste y más todavía el final
Felicitaciones!!
Un abrazo!

 

Agradecido como siempre Eva por tu paso, lectura y comentario. Procura no quedarte atrapada ( tras los barrotes en la parte oscura), obsérvalos desde fuera y sueña como si estuvieras dentro.
Un beso Eva. José I:

 

Madre mía, Carmen, si me matas no te culpo. He tenido olvidado este formidable comentario una eternidad, desde que tú tuviste la amabilidad de dedicármelo. Es muy interesante y te doy las gracias por pasarte por aquí, y también por no matarme. Un beso por cada día de espera Viviana

 

No te comento esperando una respuesta. Me gustaron tus versos, la imagen, su fuerza, y quise compartir lo que me sugirió
No te disculpes, me encantó leerte