Máscara Mortuoria

Mi tristeza son ortigas creciendo a su libre albedrío,
En un río que desemboca solo en charcos de sangre,
La penumbra se retuerce cuando el sol yace escondido,
Haciendo del paisaje un velatorio, el odio no se comparte.
No existe refrán que describa mis andanzas,
Tiempos de bonanza desechados como el hambre,
Un calambre en el comportamiento rompe la balanza,
Rechazo alabanzas si luego se abalanzan con sables.
Vivo una lotería de percances, avances en la estepa,
Al alcance de mis ojos solo lágrimas y esquelas,
Delantales salpicados por aceite, sobras en la nevera,
Con amor todo es deleite, con dolor todo es pena.
Corazón confuso, difuso, su uso es involuntario,
Manipulado y sucio, ya no busco refugio en sus labios,
Reforzado y regio, como un Torreón en el extrarradio,
Sentenciado al encierro sobre un cerro erosionado.
Al otro extremo de la planicie se erigen 10 palacios,
La calvicie de la llanura hace que divise tres caballos,
Sus jinetes al galope mientras flechas crean callos,
En aquellos equinos destinados a palpar calvario.
Un preludio del influjo de la parca en los aledaños,
Despierta la tormenta del letargo, llueven cántaros,
Y yo cantando para diluir el tedio de este páramo,
La ignorancia de esta estancia embadurnada en bálsamo.
Y la orquesta, mis comisuras en secreto de sumario,
Referéndum de silencio y unanimidad entre los escaños,
Escasez de cambio en esta dictadura de penuria,
Donde me hallo como un lobo pastoreando al rebaño.
Melancolía ineludible emboscada entre las sombras,
En esta tundra sobra abrigo, ya estamos acostumbrados
A la pesadumbre, solo quemo escombros en la lumbre,
Cuando el interior deslumbra pero grita encadenado.
La alegría naufraga en este océano de llantos,
La Navidad no me abstiene de recaer en el estrato,
Incrustado en la materia con una bala en el bazo,
Filtrándose y manando por las grietas de mi cuerpo.
La familia quebrada como hojaldre crujiente,
Era previsible que algún día vomitase a mis serpientes,
Hasta que punto una máscara se sujeta tan fuerte,
Que invade tu espectro y lo retiene para siempre.

 

Impresionante lirismo, conjugando el pasado y el presente .
Solo el tiempo nos retiene , nos vuelve efímeros . Estamos de paso , como este año que se marcha .
Un placer.
Felices fiestas.

 

Muchas gracias por hacer la andanza más ligera, tanto a ti como a todos aquellos que hacen frente a lo ineludible y abrazan lo inefable. Un fuerte abrazo.

 

Un poema lleno de lirismo y sentimiento que incita a reflexionar. Bienvenido. Un placer leerle. Feliz año.

 

Igualmente Guadalupe, que este sea un gran año, muchas gracias.