La espada de Damocles

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"Para aquel que ve una espada desenvainada
sobre su impía cabeza, los festines de Sicilia,
con su refinamiento, no tendrán dulce sabor,
y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara,
no le devolverán el sueño, el dulce sueño que no desdeña
las humildes viviendas de los campesinos ni una umbrosa ribera,
ni las enramadas de Tempe acariciada por los céfiros."
Horacio, Odas III, ​

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La espada de Damocles

Me domina un temor que se ha extendido
a lo más hondo de mi pensamiento,
una obsesión que es como un tormento
que musita barruntos a mi oído.

La historia de Damocles he leído
y ha producido en mí como un fermento;
observo de continuo el firmamento
por saber de ese sable tan bruñido.

Lo contó así Timeo de Taormina,
luego Diodoro, Horacio y Cicerón;
como estigma que causa la ambición

una crin de caballo determina
con su gravitación la aciaga suerte
pues pendiente de un hilo está la muerte.

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Cada vez resulta mas placentero leerte, aprendiendo de la magia conque escribes. Muchas gracias. Otro tema que determina tu lugar entre los grandes poetas de este Siglo.

Mi abrazo desde siempre,

Gladiadora________________

 

Agradezco mucho tu pronta visita a estos versos Gladiadora pero, esperando que no te tomes a mal lo que te voy a decir, te rogaría que no exagerases tanto tus comentarios. Yo sé muy bien lo que soy y cómo escribo y para nada me considero eso que dices. Solo soy un aprendiz de poeta que se esfuerza, con dudosa fortuna, en hacer poemas y editarlos en esta Casa. No se me pasa por la cabeza que sea o pueda llegar a ser eso que me dices, ni lo pretendo.

Te mando un cordial saludo.

 

Mi querido amigo, no prodigo halagos si no puedo sentir lo que comento. Prefiero no comentar cuando no puedo decir algo amable y positivo. En ese caso, te pareces a mi, no recuerdo que hayas dejado de comentarme o que lo hayas hecho alguna vez de manera impropia, todo lo contrario. No veo la diferencia entre una obra tuya comparada con la de un Maestro del Siglo de Oro.

Mi abrazo de siempre,

Gladiadora_____________

 

Un mal paso, una mala decisión después de alcanzar la ambición, corta de raíz y nunca mejor dicho, toda ilusión
No quiero tener el carácter de Damocles diciendo lo que me ha parecido tu poema, no vaya a ser que vuelvas a utilizar la espada. Pero si decir que refleja el sentir de muchos pero que esos muchos no sabemos narrarlo tan bien como has hecho tú.
Saludos cordiales.

 

En el mundo actual la espada de Damocles se llama ansiedad. Y no hace falta ser rey ni poderoso para sentirla. Cualquiera puede "disfrutar" de esta experiencia.
Buen soneto.

Saludos.

 

Que pendiente de un hilo está la muerte es lo más cierto de la vida. Sales de tu casa tan feliz y relajada y de pronto PLAF! hale, para el otro barrio... sales o entras, que te la puedes encontrar en cualquier sitio.
Buen poema sacado de un interesante tema.

Saludos cordiales.

 

El reconocido Damocles, de qué forma nos relatas este mito que nos advierte del riesgo de ostentar tanto poder. La espada es la que genera el miedo del adulador y los espectadores. El reverso de la espada de doble filo la advertencia.

Un gusto leerte, estimado Juan. Un abrazo

Andi

 

Bueno, Gladiadora, si eso es lo que sientes te diré por mi parte que yo me siento muy halagado con estas opiniones tuyas porque ya sabes como es el ego de goloso para los piropos, pero insistiré en que esa no es la idea que yo mismo tengo de mí y de mi poesía, y que desde luego la comparación de mi obra con la de cualquiera de los Maestros del Siglo de Oro no es que me quede ancha sino anchísima, estimada poeta.

Gracias de nuevo por pasar.

 

Gracias de verdad, Lirae. He quedado muy complacido con tu comentario.

Te mando un saludo muy cordial, amiga.

 

Mi querido amigo ya sabes lo que opino del Ego. Recuerda que tu fuiste de los primeros en comentar mi Guaroj al Ego. Toca la casualidad que, precisamente, ese es el Guaroj con el que voy a Competitiva. Lo voy a postear el Domingo. En este momento esta posteado en No Competitiva.

Pero admiro profundamente tu Modestia porque estoy segura que eres absolutamente sincero.

Te quiero mucho. Mi abrazo,

Gladiadora______________

 

La verdad Luis es que me has dejado desconcertado con esta versión de la historia; has hecho una variante la mar de bien construida; tan es así que me has dejado con la duda de si estabas de coña o habría algo de verdad en esta versión, y hete aquí que poniendo en el buscador "La espalda de Damocles" he hallado este blog:

http://desconciertos3.blogspot.com/2013/11/la-espada-de-damocles.html

en donde un tal Miroslav Panciutti narra la historia poniéndose en primera persona como si fuese el emperador Dionisios, emulando así el maravilloso trabajo de la Yourcenaur en sus "Memorias de Adriano". El relato está muy bien, hecho con mucho humor y con un lenguaje anacrónico que le da mucho gracejo. Pues bien, si tienes la paciencia de leerlo verás que ahí se habla también de la espalda de Damocles que por lo visto quedó algo perjudicada cuando se partió la crin del caballo.
¡qué cosas!

Gracias por pasar y por tu curioso comentario.

 

Mmm... no estoy tan seguro, te veo desconcertado: si ves un mástil por ahí, átate muy fuerte; hay cantos que son más peligrosos que los colmillos y las espadas...
un abrazo
j.

 

No te preocupes, Jorge, creo que a estas alturas de mi vida estoy más que inmunizado contra los cantos de sirena u otras sensualidades...; no hace mucho hice un poema que me inspiró una frase que leí que decía algo así como "He descafeinado tanto mis deseos que ya ninguno me quita el sueño"
Pues eso.

Gracias de veras por tu paso y comentario.

saludos.

 

Jmcgar, me parece un brillante soneto y siempre es para mí un placer leerte.
Un abrazo poeta.
me permito dejar una huella al son de broma claro, que sé que te gustan:

Es un hermoso soneto,
leyenda muy bien narrada.
Da igual espalda que espada
al parecer, es secreto.

Cierto, que pone en aprieto,
señalar que si es espada,
la muerte en su puñalada,
pende de un hilo en concreto.

No pongo ni quito honores
al hilo de este vestigio
pues varios opinadores

se están jugando el prestigio
mientras tú no lo cerciores
dejo en tablas el litigio.

 

Como ya te he dicho antes me gusta mucho leerte porque tus poemas son hermosos y educativos. Siempre que te leo aprendo algo nuevo y siento que leo a los clásicos. Ha sido un gusto poder pasar a leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Pepe Sori, amigo mío,
me ha encantado el comentario;
tu ingenio es extraordinario
y no me ha dejado frío.
Acepto tu desafío
y con décimas respondo
por ver de llegar al fondo
de si es espalda o espada
que una "ele", casi nada,
lo cambia todo. Me mondo.

Yo opto por la versión
primitiva de esta historia
la que guardó la memoria
del notable Cicerón.
Lul·lu en esta ocasión
ha querido hacer un juego
de palabras, y no niego
que le ha salido muy bien
pero no seré yo quién
rubrique eso. ¡Hasta luego!.​

 

Excelente soneto, con una historia muy bien narrada. Un abrazo cordial.

 

Excelente recuento de Damocles y su espalda. Sin querer adularte, pero propio de un ingenio como el tuyo.

 

I

Yo te contesto de tarde,
ya pasado el mediodía,
y con la décima mía
seguiré haciendo este alarde.
Bueno, perdona que farde,
mas entremos en cuestión:
he de darte la razón
pues si es Damocles difunto
mejor callarnos y punto,
que no haya más confusión.

II

Y vaya la segundita:
la razón yo vuelvo a darte,
la versión primera es arte
con bella palabra escrita.
Cicerón fue, mas no quita
que Horacio la verseara.
¡Ven Lul·lu, ven!, da la cara,
porque a mí al menos me duele
que por la jodida ele
cambies leyenda tan clara.
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Estas de broma, verdad, si todo el que miraba su espalda desnuda se suicidaba, ¿qué tenía la espalda?. Creo que te estas confundiendo con otro mito, el de Lady Godiva "Todos los ciudadanos se encerraron en sus casas para no verla desnuda, menos un sastre conocido más tarde como Peeping Tom (Tom el mirón). Según la leyenda, el sastre no pudo resistir ver a su señora desnuda a través de un agujero en la persiana, y se quedó ciego por ello". Buen intento amigo.

 

Yo en esto que cuentas, Luis, tengo mis dudas, y después de lo que me contaste de la espalda de Damocles , y de lo que te contaré yo de Onán más abajo, ni te cuento hasta dónde llegan mis dudas con estas historias que damos por ciertas.
Pienso que en este asunto de la ceguera, nunca sabremos bien si fue primero el huevo o la gallina, quiero decir que, si ya estaba extendida en el siglo XI la creencia de que la masturbación producía ceguera (clérigos habría, seguro, para divulgar esa idea en ese siglo y antes), pues bien pudiera ser lo contrario de lo que relatas tú, o sea que no es que con el pobre Peeping Tom comenzase el bulo de la ceguera asociada a la masturbación, sino que eso ya estaba en las mentes de la plebe y cuando se enteraron de que el tal Peeping se había quedado ciego tras ver desnuda a la Godiva dijeron las lenguas maledicentes: ¡Tate, ese se la estaba cascando! ¿verdad que esta versión también es bastante creíble?

Bueno, Luis, me toca a mí ahora tomarme la revancha aprovechando que citas a Onán para corregir esa historia que ha perdurado desde tiempo inmemorial sobre ese pobre desgraciado personaje bíblico. Por lo que he leído, el "pecado" de Onán no fue la masturbación sino la "marcha atrás"; veamos lo que leí:

"Se ha vituperado mucho a este personaje bíblico y hasta se ha identificado su nombre con la masturbación. Se llama onanismo al hábito masturbatorio de forma completamente errónea, porque en realidad lo que hacía el hermano de Er (Onán) era lo que antes se llamaba "coitus interruptus", cuando la gente sabía latín. Como ahora lo que se lleva es el inglés, sería algo así como "sexit" (como lo del brexit: sex + exit), o sea, la famosa marcha atrás en términos vulgares.
En realidad este pobre individuo tenía razones de carácter económico y social para practicar esta forma de coito, porque se vio obligado a casarse con la viuda de su difunto hermano (Tamar se llamaba la señora) con el objeto de proporcionarle a éste descendencia póstuma, lo que le relegaría en términos sucesorios a un lugar secundario. Con que lo hacía con sus muy buenas razones, por mero interés y no por mala voluntad.
La ley judaica era la ley judaica y no se andaba con chiquitas; así que el hombre fue condenado a muerte por Jehová, o sea, que se lo cargaron.
No sé qué humorista rizó el rizo, definiendo el neologismo "onanito", como "hombre de pequeña estatura entregado al vicio solitario". La iglesia católica se tomó el asunto mucho más en serio y, Jerónimo de Estridón y Clemente de Alejandría dijeron en su momento que la masturbación era pecado, así como el "sexit".
Hay que ver lo que aprende uno leyendo. Posteriormente diversas congregaciones religiosas explicaron a los escolares que, si uno practica el onanismo, vamos, la masturbación, se queda cieguecito; encima de acabar en el infierno."

Así que ya tú ves, Luis, no solo la historia de Damocles estaba falseada, por lo visto también la de Onán. Ya no va a saber uno en qué creer y en qué no ¿no te parece?.

Terminaré diciéndote te lo mismo que el autor de este instructivo artículo: ¡hay que ver lo que aprende uno leyendo!...

saludos.

 

Cuánta razón, Efejota, cuánta razón. La verdad es que ese disfrute lo tenemos todos a tiro de piedra; aunque una forma de contrarrestar esa ansiedad es con otro disfrute que ha salido a colación algo más atrás en este poema en relación con Lady Godyva y la mano de Pepping Tom; sí, hay otros disfrutes que, evidentemente, los tenemos muy a mano; úsese dicho disfrute con moderación, no nos vayamos a quedar ciegos...de placer.

Un abrazo.

 

Por eso, mi estimada Eratalia, hay que disfrutar de la vida mientras la tengamos. Y hablando de disfrutar: no te aconsejo que leas el comentario que le acabo de dejar a Efejota, jejeje...

Cordiales saludos.

 

Gracias Miguel. Agradezco mucho tu visita y comentario.

Un cordial saludo.

 

El gusto es mío por dejar huella de tu paso en este poema, Lourdes. Tú siempre tan amable estimada poeta.

Te mando un cordial saludo junto a mis disculpas por el retraso en contestarte.

 

Antes de adular y ambicionar en demasía conviene mirar sobre nuestras cabezas. Pues claro. Saludos cordiales. Juan Ramón.