Bagaje

Mirando el desierto, tú, sin querer,
estás sacando este pesado bagaje que llevaba,
estás llevándome a la dicha,
y qué mejor que contigo.

Tú, ese escuálido mirón que tenía un mundo,
una visión de las cosas completamente distinta a la mía.

Todo este desierto es por ti,
y todo mi éxito será gracias a ti,
el impulsador de toda esta maravillosa,
aunque a la vez dolorosa aventura.

Tenía que renunciar para conocerte,
y tenía que pasar lo peor para encontrarte.

Le agregaste tanto ahínco
a esta romántica persecución
que iniciaste desde el día uno.
No obstante te confieso,
que ahora, en este momento,
ya no tendrás que seguirme ni perseverar,
porque mi corazón es cien por ciento tuyo y
así como tú comenzaste a conquistarlo,
yo continuaré para mantenerlo muy dentro y
lograr lo que siempre hemos querido.

Es curioso cómo nos ha costado, en cierta forma,
estar juntos, de la manera tradicional y
para otros es tan fácil.
Te amo en la inmensidad,
tu alma es buena, tu espíritu es bondadoso,
y cualquier diferencia que tenemos
Es solo un detalle banal.

El amor se vuelve difícil con la rutina,
quisiera que eso jamás nos pasara.
Después de todo lo que hemos sido testigo,
y a la vez, ojalá, aprendido.
Nos prometemos siempre hacer todo lo que está
a nuestro alcance, para no caer en ello.

Todo lo que soy y seré,
es gracias a ti y con cero recursos.
Eres lo mejor que me ha pasado
En esta compleja vida.
Ya las malas rachas son cotidianas,
y solo nos queda reír y llorar por las veces que nos separamos.

Amo todo de ti,
aunque no lo creas,
y ahora sé que eres todo lo bueno y
lo que necesito para mis restantes latidos.

Tuya completamente.


Lunes 26 de marzo de 2018


Viajando en bus desde Santiago hasta Antofagasta... sin ti.

 

Me recuerda esas cartas de amor que se escribían en esas noches nostálgicas en que piensas en alguien y confiesas en tintas lo que callan las palabras. Es bueno abrir el corazón. Ojala que llegue ese sentir al destinatario. Saludos.