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Querida R, A veces al sentarme en esta playa en la que mi espíritu dilapida parte del día y pongo la radio permitiendo a mis pensamientos volar. Algunas veces viajo hacia el futuro, recojo los sueños que todavía anhelo y ansias que gota a gota dejado subyugar. Otras tantas me pierdo por el capítulo de la novela que nunca escribiré, transformando vivencias propias y de extraños en aventuras de héroes y villanos.
Al final de la excursión, alcanzo la puerta de tu recuerdo, acaricio su superficie de su madera mohosa y con herrumbre. Mis manos se posan sobre la cerradura oxidada que no abrí, me siento afuera, en las verjas del jardín que construimos para trazar alguna breve nota destinada a tus pupilas.
Hoy, sin embargo, esta canción
me impulso a tu mirada y unos profundos deseos de llorar se agolpa en la sombra de mi espectro.

Te amo, aunque me estés olvidando poco a poco.
F.

 

Sigue escribiendo, aunque te esté olvidando, llegarán otras tantas o tantos para sentir emociones muy fuertes, es la vida, así de especial pero igual que te destroza un corazón, más tarde te llena de felicidad, te animo a que sigues o empieces la novela, es importante cumplir sueños, un saludo F.