Por qué me duele la frente

Te he preguntado mil veces
si de verdad eres fiel
-si nadie toca tu piel-
y me contestas ¡no empieces!
Al momento te enfureces,
tu humor cambia de repente
yo te miro fijamente
buscando encontrar respuesta
-si ella con nadie se acuesta-
¿por qué me duele la frente?

Por su proceder insano
la gente del barrio inventa,
que una buena cornamenta
está cerca de mi mano.
Desconozco qué fulano
es el que dice la gente
el que a mi mujer consiente
y es la que mi ser adora,
si eres toda una señora
¿por qué me duele la frente?

El creador ya me bendijo
me regaló un angelito,
de pelo rubio y blanquito
es tan hermoso mi hijo.
No crean que no me fijo
lo observo constantemente
no quiero ser imprudente
al preguntarle a su madre
si de el bebé soy su padre
¿por qué me duele la frente?

Ella tiene piel canela
un poco oscura la mía,
no comprendo todavía
la verdad aunque me duela.
Creo que no tiene abuela
¡qué mujer tan inconsciente!
de amarla ya estoy demente
espero que antes que muera
esa ingrata me dijera
¿por qué me duele la frente?

 

Existen las pruebas de ADN. JAjajajajajja
Saludos cordiales, Alfredo.

 

Simpático y bello poema nos compartes. Además es muy musical. Encantada de leerte. Saludos y Bendiciones.

 

No conozco que existan estadísticas al respecto. Pero tengo la impresión de que hay más hombres celosos patológicos que mujeres infieles.

Tema delicado este, en el que no encuentro nada de jocoso.
Un saludo cordial.
Jazmín

 

Probablemente debería decir mejor
personas patológicamente celosas que parejas infieles llegadas a ese punto.

 

Esto que les he retado
no sucedió a mi prersona,
querida amiga perdona
si con ello te he insultado.
Siento que haya provocado
en ti un poquito de histeria,
esta respuesta es muy seria
-te lo puedo asegurar-
pues cada quien ha de hablar:
¡a como le fue en la feria!

 

Estoy pensando muy seriamente relizarme una de esas pruebas, ya que no quiero seguir viviendo acomplejado; aunque ha decir verdad hay algo bueno en todo esto, el bebé lleva mi nombre: "Si no es mi hijo, almenos es mi tocayo".
Gracias por tu amable visita y comentario.
Saludos cordiales.
Alfredo

 

Espero que se trate sólo de una broma.
Saludos.

 

Gracias querida Lourdes, siempre amable en tus comentarios.
Saludos siempre cordiales
Alfredo

 

Ya me imagino que no te sucedió a ti.
No tienes que disculparte conmigo, Alfredo, ¿ por qué?. ¿Acaso lo que dije te molestó a ti? Espero que no.
Sólo era un comentario al hilo de lo que pensé al leer tu poema.
Un abrazo.
Jazmín

 

Por supuesto que es solo broma, ni de relajo me gustaría estar en los zapatos de quien experimente algo parecido.
Saludos buen amigo.
Alfredo

 

Pero también he de reconocer, Alfredo, que cómo mujer que soy, me cuesta hacerme a la idea porque nunca he temido verme en esa duda.
Un abrazo y una sonrisa.
Jazmín

 

Cada décima precisa
un final algo doliente,
la molestia de la frente
no me mueve a la sonrisa.
Si bien el dolor avisa,
el pensamiento se obceca
ante la mínima mueca,
¿y si se llega a aliviar
con el hecho de tomar
aspirina la jaqueca?

Mira, querido amigo Alfredo, lo que escribía Antonio Machado. El colmo de los celos.

Tres veces dormí contigo,
tres veces infiel me fuiste,
morena, conmigo mismo.

Me encantaron tus décimas. Un fuerte abrazo.
Salvador.