Resurrección

Mi savia se agota. La traición imprime decadencia en cada segundo, en cada instante, en cada exhalación...
El tiempo silente avanza y me cubre imparable con la fría muerte. Aunque siendo honesto: siempre he vivido muerto.

Cretino insensato. El orgullo me ha cegado sin consideración. Creyendo ser un caminante atento y combativo de mis turbulencias, encontré mancha penetrante que socavó mi mente.

¡Mojigato!. Despierto cada mañana altivo con un disfraz rutilante, caminando impávido divisando extasiado y mudo.

Invisible entre una multitud de zombis paseo mis locuras: alzo los pies con sigilo de leopardo para no deslucir el calzado entre la inmundicia, apéndice de mis ojos son los cristales oscuros que protegen mi cerebro de imágenes crueles. Procuro filtrar el aire para que solo contenga el aroma de mil jazmines.

Perdido en mi agonía he vivido. No me inquieta el azul del cielo ni las sutilezas de un cálido nido. Cómplice del caos que todo lo ordena y que ha menguado mis sentidos, agoto el tiempo pensando que la miseria y el sufrimiento merecidos verdugos son.

Soy uno con los cadáveres que deambulan. Esqueletos vagabundos con piel marcada en siluetas ondulantes que agonizan de hambre; no me aterran. Gritos sombríos por el desgarro abusivo, violento y cobarde de bárbaros contra mujeres; no me asustan. Frutos manipulados para que no den semilla en beneficio de MONSANTO; interés vano me causa. Lo que fueran bosques, riberas envenenadas, desechos no degradables, longevos en desdicha; son la risa que atiende mi pasatiempo.

Parido hace poco tiempo muero a cada instante. Sin reconocer dolor alguno me acerco rápido a la demencia que desfigura. Soy carpa y también silla, soy acróbata y también payaso, cómplice feliz actuando el papel que el guionista ha escrito. Marioneta en teatrín...

Indolente y culpable cargo ataúdes a la fosa. Vistos desde lo nebuloso como una caterva sólo útil a los principios de su orden, de su NUEVO ORDEN DE LOS TIEMPOS.

Hallado culpable por homicida, resucito una y otra vez, cada tiempo más vencido en la miseria que el anterior, hasta que ajusticie temores y libere la conciencia. Mientras tanto cadáver vivo soy, cincelando con vara débil la puerta que atranca mi sepulcro.

Emancipación y revuelta son caminos de resurrección.

 

Grandisimo nivel el de estas lineas. Te doy las gracias por hacerme disfrutar de esta cruda y dura vision de la realidad. Espero que alla donde estes, tu sufrimiento se desvanezca un poco mas cada dia recordando el aroma de alguno de esos mil jazmines.

 

Gracias Nacho por leerlo, la clave que busco se da en el equilibrio que podamos lograr entre la inmundicia y la sutilidad. Un saludo.

 

Esto es excelente!! Un gusto recorrer tus letras. Saludos,
Azalea.

 

Gracias por leerlo. Saludos mi querida compatriota.

 

Con gusto, es muy bueno!! Saludos, compatriota Ricardo.