Mis luceros del alba.

Trinar de mi Lucero brillaste en mi sonrisa
sentí las lentejuelas abrir en la alborada,
espléndida mañana sutil en mí varada
delicias que se aunaron gorjeos con mi risa.


Oír algún canario mi corazón atiza
y plena de alegría va mi alma enamorada,
gozosa primavera fermosa y adorada
del alba eran rocío, de las Canarias Isa.

Profundo era el silencio del bosque adormecido,
tan sólo un bello dúo su sueño ha interrumpido
con voces de sopranos y arpegios de los vientos.

Sonidos como éstos jamás he conocido
y pienso en sus nidales, quizá todo destruido…
Nos queda la esperanza de humanos bien dispuestos.


Matilde Maisonnave




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Este buen poema logra darle racionalidad a la felicidad.

 

¡Muchas gracias Marks por dejarme tan bello comentario!

Un abrazo cordial desde mi bosque amigo poeta.

Matilde

 

De nada, Matilde.
Ha sido un placer leerte. Saludos.
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Excelentes y armónicos versos que llegan como notas de una orquesta buen afinada amiga Matilde. Cuidas lo detalles de la rima y haces que su conjunto sea un modelo a seguir.
Ha sido un placer detenerse en tu obra y disfrutar con la magia de tu pluma.
Mi enhorabuena.
Un eterno abrazo desde los cielos poeticos de este halcón.