El principio es el fin del laberinto

​

“No dejaremos de explorar
y el final de nuestra exploración
será encontrar el punto de partida
y conocer el lugar por primera vez”
T.S. Eliot​

El principio es el fin del laberinto.

Finalmente volvemos al hogar
una vez que mil mundos exploramos
por el sendero que escogimos entre
una diversidad de muchos otros.

La vida es una ruta circular,
un viaje del que siempre regresamos
como Ulises a Ítaca, ese vientre
del que salimos clama por nosotros,

y en el retorno al punto de partida,
con pelo cano y arrugada tez,
ese lugar -¡ay, cosas de la vida!,-
lo conocemos por primera vez.

El principio es el fin del laberinto,
que aunque parezca igual siempre es distinto.

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Ha sido muy gratificante poder llegar hasta aquí sin saber exactamente por qué mi aprecio y admiración hacia ti se han robustecido tan enormemente. No me hagas extrañarte antes de tiempo.
Saludos cordiales y un abrazo, Juan Ramón.

 

Como el salmón que antes de morir va a perpetuar su especia y morir donde ha nacido.
Cierto que la vida es un continuo retorno mas que como Ulisis nos espere Penelope.
Un abrazo y buen soneto.
Castro.

 

Realmente muy emotivo tu poema, que hace reflexionar y nos hace preguntarnos si es correcto o no lo que hemos hecho en esta vida. Magnífico, Juan Ramón!

 

Esa admiración y aprecio son sentimientos con los que te correspondo, Sergio. En cuanto a eso de "extrañarme antes de tiempo", no tienes por qué preocuparte. A ese intricado laberinto no consigo hallarle el final aún. Todo llegará, a su tiempo, naturalmente.

Un abrazo y gracias por pasar.

 

Pues sí, algo de salmón, al que ya me referí en otro poema, tiene esta historia, amigo.

Gracias de veras, Castro, por pasar y comentar.

Un abrazo.

 

Es un trabajo bellísimo, poeta, porque traduce en sus letras esa gran verdad, nuestros sentimientos a la familia de origen, el deseo del retorno, del abrazo, de ese amor condensado en nuestro corazón, que permanece intacto, a pesar de lo lejos que hayamos partido.
Es gratificante iniciar el día con una lectura tan hermosa. Un gusto enorme pasar, pero antes, te dejo mis aplausos.
Saludo cordial.
Azalea Díaz.

 

Gratificante siempre pasar a leerte viejo amigo, simpre con un excelente derroche de buen versar
Saludos siempre cordiales
Alfredo

 

Siempre volvemos, con la alforja llena o vacía, pero volvemos. El alma siempre será nuestro hogar.
Hermoso poema jmacgar!
Saludos hasta tu espacio
Camelia

 

Ok, ahora respiro aliviado. Saludos, Juanroymon6.

 

Sí, algo así como aquél viejo poema de Luis Alberto de Cuenca:

Decía el viejo Heráclito: “Nadie puede bañarse
dos veces en el mismo río, pues todo fluye”.
Y también: “No podrás recorrer los dominios
del alma ni escapar de un sol que no se pone”.
Si sólo fuera eso, no tendría importancia,
pero dice otra cosa que golpea mi mente
cada vez con más fuerza y me tiene hecho polvo:
“El camino hacia arriba y hacia abajo es el mismo”.


Es un poco aquello de la ley de la unidad y la lucha de contrarios, esencia clave de la dialéctica marxista.
Me ha encantado tu poema involutivo, que lo sepas.


Mi abrazo.

 

Gracias por pasar y dejarme este comentario, Ángel. La verdad es que esa frase de Elliot que encabeza el soneto me hizo reflexionar a mí también.

Un abrazo.

 

Aunque con algún retraso por el que me disculpo, Vicente, te mando mi agradecimiento por este comentario que enriqueces además con estos versos hermosos de Luis Alberto de Cuenca.

Un abrazo.