La Naturaleza no está ni bien ni mal, garrafal.

Afirmo y me sostengo con sesudo aseveramiento, la Naturaleza aparte de equivocarse está mal hecha y así me refiero a su torpe proceder.
Tenemos que pensarlo bien, si Hitler entre los 17 y 23 años hubiera tenido seis hijos lo que en aquellos tiempos solía ser natural y en 1932 ya se consideraba todo un dictador como en la gran Hofbräuhaus Garten (Jardín de la Casa de la Cerveza del Conde, propiedad del Estado Libre de Baviera, ya se sabe, los alemanes siempre confunde la cerveza, la fascio y el Estado) daba con sus discursos claramente idea de ello. Según todo esto, la Naturaleza premiaría la procreación de dictadores jovencitos, bajitos, judíos, suicidas y bigotitos.

Pero y si alterraramos dicho mecanismo por otro mas optimizado, pensemos. Mi abuela murió con 102 años, sin expediente hospitalario (Nunca fue ingresada, nunca tomo un medicamento, quien certificó su muerte doy prueba de ello), enterró a dos maridos, paso por dos guerras, tuvo tres hijos, la vista de un águila, el oído de un tísico o el juicio de un es_pia.

Pues bien según todo esto y su extraño mecanismo, dejar procrear a mi abuela hasta los 70 años haría de tal mecanismo un prodigio para enhebrar agujas, jugar al tute y la brisca, darle castigo a sus hijos y juicio a sus nietos, ser centenaria, andar como un correcaminos o correr como un coyote para coger a las gallinas, asi era mi abuela con setenta años y ya con 100 años dejo esta escatologica frase:

"Mientras no te tengan que limpiar el culo, vamos bien" toda una filosofía de vida.​

Pensarlo, el mecanismo procreador darwiniano esta garrafalmente diseñado, anda que no.