Cortejo de Gavilanes

En algun lugar del Pirineo Aragonés todavía señorean con su vuelo con su presencia y su estampa real estas aves. Desde la ventana de casa mi señora que apenas sale del comedor las contempla y sueña con ellas. Quizás un día se reencarne en una de ellas y al mirar al cielo la vea. Pero para eso han de pasar los años los vuelos y picados. Cortejos y más cortejos. Primaveras donde alguna vez llegue esa libertad que antes gozabamos cuando podíamos pasear por senderos agrestres. Cuando la salud nos permitía caminar descalzos por el helado cauce del Ara

 

Pues, qué te puedo decir mi estimado compañero de letras... primeramente que me alegra volver a verte por estos lares...
Y segundo que me cautivó tu prosa poética... Y me imagino contemplando desde tu casa tan hermoso paisaje... cuando
recorrías los mismos con quien hoy es tu amada esposa... Cosas de la vida compañero... que, creo que vienes superando;
sobre todo lo de tu estado... Dios te bendiga a ti, y a todos los tuyos... por ser siempre sincero y muy especial... Tu amigo,
virtual de siempre:

 

Estimado amigo y compañero Iván Terranova Cruz. Agradezco tu comentario como luz de un faro que me da la bienvenida. Aveces la ausencia el retiro, la oscuridad la noche sirven para apreciar el carisma de la luz para comparar y ver que una sin otra no podrían existir. Así también el bien y el mal dicen que puede uno moldearlo. Del odio al amor sabemos que solo hay un paso.Hoy solo siento cariño y ganas de vivir volando, oteando el horizonte. Naufragando entre las últimas nubes del ocaso y volver exhausto, inspirado, cargado de azul en las pupilas, Silbando al aire una flor un poema un verso que solo tu conoces

 

Quisiera que tu prosa no fuera literalmente autobiográfica, no por la cuestión de «salud» que mencionas, ni por esa relación ideica entre las aves, la libertad y la querencia; sino porque me parece que está maravillosamente escrito. Incluso como inicio de alguna novela o cuento largo, iría genial.
Un gusto conocerte y leerte. Saludos.