Damian

Una imagen que se desvanece al ser alcanzada por la luz del faro. Sigo soñando contigo, tu rostro se confunde entre otros, en esa película que veo con los ojos cerrados. Y de pronto, también en ese mundo de infinitas posibilidades, tu muerte es una realidad. Y es que yo me despedí de tu cuerpo mortal, de lo físico y palpable, pero no hubo tiempo de preparar al corazón, no hubo oportunidad de crear mas recuerdos. Algún día habría estado realmente lista para verte partir ?

 

Una prosa poética, de tono íntimo, en lo cual la segunda persona es un acierto. Me gusta la reflexión acerca de la necesidad de lo permanente ante la realidad cambiante, y de cómo eso que ya no está en términos físicos, puede seguir habitando en los recuerdos.
Sólo añadiría mayor cuidado en lo ortográfico, por ahí hay un «más» sin tilde, y una interrogación sin apertura.
En todo caso, un placer leerte. Saludos.