Algunos días.

Sin dudas hay días que no quisiéramos ser alguien, me pasa muy seguido, saludos

 

Así es; días hay que son y en los que nos encontramos casi libres, casi perfectos, imperfectamente a gusto.
Muy agradecido, compañero Luzyabsenta, y un abrazo.

 

Días hay; y con la imaginación podemos ser lo que queramos. Claro, si no queremos ser demasiado.
Yo con volar ya me conformaría, je je. Lo sueño muy a menudo.
Muchas gracias, Marianne, y feliz año que recién comienza.
Un abrazo.

 

Que hermoso cierre de relato.
Un placer.
Saludos cordiales.

 

Días de esos hay, y hasta los vientos se vuelven propicios.
Una alegría verte por este micro Alecc...
Un abrazote.

 

Hoy me sentí así… y recordé que había escrito este micro. Me esperan mis ansiadas vacaciones entre montañas y barrancos, y águilas, cuervos, cabras, zorros (mis dos queridos zorros, madre e hijo, que ya me están esperando).
…a volaaaar…

Un abrazo, Luzyabsenta y hasta septiembre.

 

Excelente prosa, Vincent, hay días así, que queremos volar y nos sentimos más libres que los pájaros. Me ha encantado pasar por tus letras.
Saludos. Azalea.

 

De volar por las montañas vengo, claro que con la imaginación, y de sentir que los días eran libres y acompañados por los habitantes autóctonos del lugar.
Ahora a pasar otra campaña de trabajo en las tierras bajas, pero con la mente en las nubes y en las alturas.

Un abrazo, Azalea, y volvemos a las tareas.

 

Hola Vincent. Cuando reconocemos nuestras limitaciones nos convertimos en limitantes.
Pero somo seres con un gran poder sin límite alguno y no lo podemos reconocer.
Hay veces que me despierto y creo que todo lo puedo, que puedo volar siendo cómplice de universo.
Navegar los infinitos ríos , y los océanos interminables.
Son días en que soy una criatura en medio de la gran creación.
Me encantó encontrarte, Abrazote compañero de versos.-

 

Hola Catia y muchas gracias por dejar estas cálidas impresiones.
Días hay en que el mundo nos pertenece... y a él pertenecemos.
Un buen momento este.
Un abrazo, amiga Catia, hasta tus cerros.