Sin palabras

Sin palabras

La palabra es cansancio
aburrimiento
cuando estás disfrutando de la vida
mientras me olvidas.

La palabra es un kilo de amargura
es una tonelada
de angustia intermitente
mientras te pienso.

La palabra no sirve
más que para montar la triste choza
donde fumo a lo loco
mientras te extraño.

La palabra se marea
profiere maldiciones contra un cielo
del todo indiferente
mientras me agoto.

La palabra es igual
que el día a día,
es como un pan ya duro que no puedo
comer si no me invitas.

 

Entonces, Lírico detrito, ¿ Te refieres a que el lector te invite a pasar un día, juntos, en Arabia Saudita, a 55 º Celsius a la sombra ? O el Amor es una entrega, mas no a ciegas. Esa entrega exige cálculo. ¿ Qué proposición honesta, aceptarías ? ¿ Una invitación a las minas de azufre ? O quizá, a nadar por el Mar Mediterráneo, entre Gibraltar y Ceuta o Melilla. ¿ Te atreves ? Como hizo David Meca, desde Valencia, hasta las islas Baleares. Espera, ya lo tengo:


Aceptarás cualquier proposición decente, siempre y cuándo no te obligue a ti, a tener que socorrer al caído. Porque si debes socorrer al caído, te convertirás en un prójimo. ¡ Oh, un prójimo ! Qué mala suerte... Con lo bonito que era ser rebelde. ¡ Rebelde !





<< Rebelde...
Oh, jolines, tío, por favor, yo quiero ser rebelde.
Rebelde. >>

 

Que extraño. Hablar de la palabra y compararla con las emociones internas en si y de forma literal :-O No sé, me ha dejado pensando un poco en como son el objetivo para expresarse y cuando la expresión decae se llega a un estado sin palabras. No ocurre siempre pero es este el caso o así me lo parece.

Un saludo

 

Gracias por comentar. Saludos.