Mortiginarios

Solo intento pensar que la muerte no me despojará de todo lo que nunca fue mío.

Ha terminado todo aquello que nunca ha comenzado.

Nadie sabrá de mis sueños mortiginarios hasta que no los publique sobre la estampa de la voracidad de la noche que jamás me ha acechado.

La velocidad de la alegría, me tomará de las manos y me llevará de viaje hacia la deriva.

Quisiera llegar cuanto antes, para no gozar un segundo más.

De esta putrefacción citadina, haré un sutil recuerdo inalámbrico.

Sin embargo creo haber llegado a mortificar la saciedad de las sombras que caminan por las calles y que creen saberlo todo.

Cada uno de los actores corroborará si es verdad que las ciudades deambuladas navegan en la necedad de una angustia sometida y dorada, solo creada por el vulgo fantasma.

No habrá tal entusiasmo si no miramos de frente a la muerte.

Casi nos han pedido llorando que esperemos aquí sentados.

Ya llegará el momento esperado por los oscuros impacientes.

Todo será parte de una virtualidad macabra.

Tomaré innegables propiedades métricas con logicidad, negaré el sentirme prisionero de ciertas propiedades programadas, aunque fuera eyectado secuencialmente hacia el umbral mismo de la optimalidad.

Una vez muerto seguiré imaginando mundos alternativos.