Autoestop (homenaje a "On the road" de Kerouac)

“Conocí a Dean poco después de que mi mujer y yo nos separásemos
Acababa de pasar una grave enfermedad de la que no me molestaré en hablar,
exceptuado que tenía algo que ver con la casi insoportable separación
y con mi sensación de que todo había muerto.​

Con la aparición de Dean Moriarty empezó la parte de mi vida que
podría llamarse mi vida en la carretera.”
(Jack Kerouac: “On the road”)​

Autoestop
(On the road)​

Voy andando, sediento,
por la lengua de asfalto que, extendida,
se pierde oscura bajo el firmamento;
atrás dejé mi vida.​

Al hombro va colgada,
como de camuflaje su color,
la mochila, y apenas porta nada
su mínimo interior.

Camino por la orilla
del río de alquitrán y, contra el viento
que consume hasta el filtro mi colilla,
desterrado me siento.​

Si faros veo lejos,
al mismo tiempo que la luz avanza,
ansiedades y anhelos van parejos,
no pierdo la esperanza.​

Alzo al aire la mano,
exhibo mi pulgar, sonriente cara,
y mientras ando mi relato hilvano
por si alguno parara.​

Le contaré mi historia,
le explicaré que de un infierno huyen
las penas que cobijo en mi memoria,
recuerdos son que bullen;

Le diré: por favor,
lléveme más allá del horizonte,
donde tras esta noche de dolor,
mi vida se remonte.

Pudiera ser que, acaso,
la carretera dé giro a mi vida
y deje en el pasado este fracaso
que en mi interior anida.​

¡Un coche se detiene!
el conductor con gesto me reclama,
y abre la puerta, un tono amable tiene,
Dean Moriarty se llama.

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Esta forma estrófica es una variante del "cuarteto lira" que cita Caparrós en su Diccionario de métrica española.

 

Excelentes estos melancólicos cuartetos enmarcando en esa metáfora de la carretera los deseos de abrir nuevos horizontes. Disfruté, querido Juan Ramón, de sus lecturas.
Recibe mis afectos junto a un abrazo fuerte.
Salva.

 

Hola Juan: Inmensos y bellos versos, que siempre suplirán los vacíos que la vida nos depara. Un placer. Amadeo.

 

Saludos estimado Juan Ramón. Hay lirismo y belleza en tu poesía.
Siempre que te leo quedo satisfecha de haber leído algo grato y de calidad.

Un abrazo amigo

 

Jack Kerouac y "En el camino", cuánto tiempo sin echarle un vistazo. Por una estantería anda desde los remotos tiempos en que lo leí y lo disfruté.
Carretera y manta, en este caso mochila, para dejar atrás siempre algo y atreverse con lo incierto.
Un saludote, Juan Ramón, antes de emprender camino y encantado de leerte.

 

Me encanta el poema. Tuve en mi biblioteca ese libro, hasta que las páginas amarillentas pidieron relevo como la vida, tema tan profundo que recreas espléndidamente para ascender a lo largo del camino en el vuelo lírico existencial.
Cordialmente

 

Dices bien en lo de que no hay mucho de la generación beat en estos versos y es verdad también que no lo pretendí, Luis; lo que sí quise hacer es justamente un recuerdo-homenaje a ese libro icónico.
Ojalá el Imperio, gobernado ahora por un patán que ha vuelto a confirmar recientemente hasta qué punto lo es al sacar a su país de los acuerdos de Paris sobre el Cambio Climático, ojala, digo, esa nación recupere los valores de respeto a la naturaleza y amor al planeta Tierra que germinaron en esa época y cuyo centro estuvo en California como haces bien en recordar, e irradió desde allí a buena parte del mundo; ¡ah, el dionisiaco e idealista "California´s dream"!, a qué ha quedado reducido...

Yo sí que he visto un par de veces "The Howl" y me ha gustado mucho; es un film muy interesante que gira en torno a ese provocador poema y a la censura que se le intentó poner en su día impidiendo su publicación. La película se mueve entre el juicio al libro y el recitado del extenso poema por parte del James Franco que interpreta excelentemente a Ginsberg. Tanto me impactó el film la primera vez que lo vi que me inspiró un poema que edité en Poemas Generales con el título de "Recordando el aullido de Allen Ginsberg" hecho en heptasílabos; guardo un grato recuerdo del comentario que me dejó Eduardo en él. Bueno, acabo que ya está bien de autocitas.

Gracias de veras por comentar.
Saludos.

 

Es hermoso poema. Escribes muy bien siempre. Ha sido un gusto volver a leerte después de algún tiempo. Saludos y Bendiciones.

 

Pensaba resaltar alguna estrofa del trayecto pero me pierdo en longitudes. Es que te sales de la carretera, como yo. Carlo Marx (Allen Ginsberg) tiene la culpa de todos mis derrapes.
Sin duda, uno de los mejores textos que te he leído.
Una barbaridad de poema, amigo.

Mi abrazo.

 

Has contado una historia sin necesidad de ir al libro. Admirable, Juan Ramón. Mis aplausos.
Un abrazo.