Remediando el silencio

Remediando el silencio

El silencio desploma su osadía
e insistente se queda y va pitando,
y al tiempo que también va taponando
me aísla y ensordece en ese día.

Así es que se me adhiere con porfía
agrandando al mutismo; compactando
macizo en el oído va quedando
con formas de inclemente simetría.

Una especie fatal de desventura
es esta solitaria coyuntura
que alrededor de todo se apodera.

Mas tiene buen remedio mi desgracia
pues vende el titular de la farmacia
palitos de algodón para la cera.

 

Salvador:

Jajaja, un "lavado de oídos" es mejor y saludable ¡por si acaso la torundita de algodón no sale!
Qué divertido eres hermano mío y tu poema es una genialidad, de verdad ¡te felicito!
(Debo venir aquí más).
Con todo mi abrazo, tu siempre admirador y amigo ...

Antonio

 

Así es, querido Anthua. En los silencios hay que buscar también esa causa.
Pues sí, a ver si te acercar a este espacio, pero con una de tus animadas poesías.
Con un grande y fraternal abrazo, también para nuestro México.
Salvador.

 

Muy ingenioso este hidalgo de largo corredor. Chapeau.

 

Celebro haberte agradado, estimado Fulgencio, con este tema de corte escatológico que no es fácil de tratar.
Con un abrazo fraternal.
Salvador.