Redención ceñida

Busco tener algún mensaje,
¿eres tú la de la llamada?
o soy yo quien se pierde viajando sin equipaje
Hacia fronteras del corazón,
sucumbe tu mirada,
sucumbe mi lenguaje.

Sé que te desea
¿cómo atraer tu cuerpo?
No eres como el mar
que sube su marea.
No importa, estoy tan lejos
que me parece absurdo cualquier cosa que pase;
Cualquier diálogo que tenga.

Dicen que el ser humano puede trazar su propio camino,
yo no lo creo tener tan claro,
al menos lucho por sentir que me autodefino,
pero mientras escribo con la mano izquierda
la derecha sufre las consecuencias de la abstinencia por cigarros.

De tanto buscar
te terminé esperando,
mirando puertas, ventanas, espejos
y una inmaterialidad que regocija en llanto,
luego la ansiedad, insomnio,
te sigo buscando.

Adiós,
debo dejarte
La celeste emoción está tocando.

-sonaron golpes en la puerta,
era tristeza disfrazada de llanto
creía que pasaba piola,
pero ella misma se estaba engañando-.

 

Ha sido un placer detenerme en tu obra y disfrutar de tu pluma mi joven amigo.
Un fuerte abrazo.

 

Muchas gracias! Un abrazo y muchas energías en tu día a día amigo