19.05.- Renuncié.

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Renuncié a la ecuánime ley del arte
para viciarme con algo en la vida.
Fue la extensa palabra constituida
la que relegó mi lioso estandarte.

Hay de esos poetas de punto y aparte
que buscan la juventud con medida,
esa que yace desierta y prohibida
sin que alguien quiera solo lastimarte.

Renuncié porque el miedo era versátil,
porque la marea aún no bajaba,
porque parecía un juego bursátil;

hasta que la mirada madrugaba
con algunos versos este volátil
sin sabor que neciamente cargaba.


María Anné.​

 

Bien...bien María Anné, que siga la fiesta de la tinta dando frutos.
Otro abrazo.

 

Colmados de fuerza expresiva tus versos siempre bella amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Tú bien sabes a lo que he renunciado

Un abrazo amigo

 

Has renunciado a un apartamento en Acapulco, y a una embarcación de color azul marino; además, dijiste adiós al globo aerostático, amén de cerrarle las puertas a una legión de posibles novios. Aún recuerdo cómo trepaban por las paredes del castillo, mientras tú, ¡ Ingenua ! Les arrojabas huevos de gallina, para darles tu bendición en la frente. Creo que hay otras maneras más corteses de bautizar a los ateos. Les ponías nombres instantáneos:





··· ¿ Confías en mí ? ···


a ) Jondrakkarcio.
b ) Marrullete.
c ) Guillerkongo.
d ) Dronellesci.
e ) Tiburcio McCarthy.
f ) Patrick O´Hara Timanfaya.
g ) Benedicto Uribe-Etxebarría de Pompeya.





Etc.

 

Un hermoso poema, un placer disfrutar de tu poesía amiga MARIANNE.
Un abrazo fraterno poeta.