Le pendu du Marseille

Se abre el telón.


Los papeles ya están repartidos.

Nunca cambian,

son siempre los mismos.

Incluso prescindimos de guion.


Je suis le pendu…

Et toi? Qui es tu?


Atado de pies y manos

mientras cuelgo

de una desnuda rama

del revés, siempre boca abajo.


Viendo como el mundo avanza,

veo como mi alrededor se mueve.

¿Y yo? Aquí colgado, por suerte,

indiferente es mi dudosa actuación,

no siento preocupación ni amor

a lo que mi vista alcanza.


Mais… vous etês la justice,

le monde, le mat et l´hermite.


Sí, todos bajo el calor de los focos,

todos en la mirada del público

todos sobre el mismo escenario.

Entrada, reverencia y saludos.



Y la gente pregunta,

sabiendo que ellos actúan…

Pobres actores sin actitud

cual cantante sin voz…


¿Superioridad? Por favor,

estoy colgado, todo

lo diviso por encima mía.


No quiero que me desaten,

yo no tengo de que preocuparme,

lo veo todo pasar, no necesito más,

todo me da igual,

para mí solo existe lo profano,

en contra de la corriente,

no hay nada sagrado,

guardo mi sonrisa en ristre

cual imbécil por si soy atacado…

No me hagáis caso,

todo este poema es un chiste.

 

Me alegra que el poema haya sido de su agrado. Muchas gracias por su atención y opinión. Le deseo una agradable tarde.

 

Atado desde algún árbol hemos o estaremos todos en un momento u otro
Interesante perspectiva. J’aime bien votre pendu.
Con admiración te dejo miles de estrellas.

 

Merci beaucoup, te agradezco tu sincera opinión, me agrada. Que Sri Krishna esté contigo