Casas, carcasas-.

Barco inamovible

bodega incesante

sentina silenciosa

de maderas, y cuerpos vegetales.

Pronunciada pendiente,

enunciado enmudecido,

casa, albergadora de caricias

y remotas brisas legendarias.

Vestimenta rojiza

de cortinas insalvables

solitaria en su cancela

mansión apacible, dentro de otra.

Certera imposición

abierta luminosidad

museo indecente de masturbaciones

solitarias, fotografías incandescentes

que todavía nos danzan.

Ah, pero ella, también se mueve,

y mueve sus labios divinos

y conversa con raíces y sonidos

y, ángel lascivo, sondea en centímetros,

latentes profundidades.

Hasta que me alcanza

y moviliza sus brazos

y arranca los pétalos

y oscurece alegrías, jovialidades.

Intransigente como anatema

fronda incipiente de persianas y ventanas

de amanecida, serpientes anodinas

tumbadas al sol del mediodía, aguas

y charcas carcomidas.

Putrefactas, también de odios y desprecios,

como de amor, se hunden las casas.©

 

Un recorrido intenso que vislumbra el caminar y su proyección querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

...gracias amiga Nancy, un beso y un abrazo fuerte!!

 

Vertiginoso se hace el verso ahondando esos caminos, lunares que guardan historias; unas mustias otras de amor alegóricas.
Felicitaciones Ben, tu pluma deja obras dignas de admirar. Saludinesss

 

Me agrada que te guste, mucho, un abrazo amiga Mireya- mi propuesta para realizar algo juntos, sigue en pie-.

 

De acuerdo cuando quieras Ben

 

Versos muy profundos sobre el trajinar en nuestra vida