Metamorfosis - Img.3 / julio de 2019

Un tordo melodioso me despierta

con ansias de volar en pleno cielo,

y su canto, violín o violonchelo

arrulla a mi amapola con su alerta,


que late ilusionada ante la oferta

cuando sus plumas juegan con mi pelo

y remontando en jubiloso vuelo

olvido en el ayer mi vida yerta.


Me aplaude el mar con platinadas olas,

plenas de madreperlas y corales

que engalanan las peñas con estolas


y al planear sobre espumas y cristales

me saludan los peces con sus colas,

mientras estreno alturas esenciales.


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¡Què lindo mensaje y qué acertada interpretaciòn le has dado al poema, Luzyabsenta! Muchas gracias por tus respuestas sabias y puntuales que gratifican la vocaciòn poètica , pues a veces se contagia del silencio.
Saludos afectuosos

 

Muchas gracias, Luisyabsenta, por tu atento comentario y por la relectura del texto, feliz si te ha gustado.
Saludos cordiales

 

Hermoso poema, poeta Maygemay. Un aplauso a tus versos, saludos.
Azalea.

 

Gracias, Azalea, por tu cálido mensaje.
Ojalá que alguna de las imágenes que he expuesto te inspire un poema en este mes de agosto.
Cariños

 

Cambiando el tono azul de mar por el verde de bosque, me es muy familiar la escena; y esa compañía alada y negra que siempre canta, en vuelo, sus alertas... El mar, a lo lejos, de fondo.

La verdad es que yo visualicé un cuervo en la imagen, pero la compañía alada siempre sigue siendo muy grata por estas latitudes... y el soneto me encantó, y las ganas de volar, y las compañías.

Un abrazo, May, y encantado de volver a tus letras e imágenes.

 

Gracias, Alonso, por la lectura y el bello comentario. Los tordos chaqueños son totalmente negros. Mi abuela tenía dos en un jauløn y eran ariscos y querían picar, pero tenían un bello canto. En realidad nunca he visto un cuervo, salvo en el museo del colegio y en fotografías. Saludos cordiales