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Aquel martes cuando maté a mi hija

Tema en 'Poesía realista (sin premios)' comenzado por elena morado, 3 de Septiembre de 2019. Respuestas: 12 | Visitas: 1264

  1. elena morado

    elena morado Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Para Marius Gabureanu.
    "Los ángeles existen porque te comes todo el desayuno”.
    Por eso el cielo está más cerca en Rumanía.
    El poema que prometí dedicarte.
    Y el gorro de lana está en el horno.​



    Así tendría que empezar mi poema:

    Me declaro adicta al invierno,
    al gazpacho, a las sonrisas
    y a los versos de la noche

    ...y a tus versos.

    Empezó así (con ese turbio asunto de los Servicios Sociales)
    abogados, ansiolíticos, psicólogos y demás
    profesiones liberales.

    Una de esas noches que una comienza a desdoblarse
    y se siente muerta.

    Y entonces (confirmado mi nuevo estado)
    comencé a visitar depósitos de cadáveres.
    Descubría sus caras frías y sin expresión, en realidad
    bajo las sábanas buscaba la mía.

    Acudí a tanatorios cada fin de semana
    (como la policía busca a padres enganchados al crack que apagan cigarrillos
    sobre el cuerpo de sus hijos y les inyectan cocaína
    en la leche con cereales del biberón)
    así busqué los rostros inexpresivos de los míos.

    Tras varios meses sin resultados
    y ante la inesperada muerte de mi madre
    decidí cambiar de escenario y táctica.
    Así, entonces, comencé a escribir.

    Primero tonterías que creía importantes
    (como esa forma de actuar que tienen los fracasados
    cuando se piensan abducidos por musas de alto standing).

    Sentí vergüenza muchas veces: esa misma que debió de sentir Florens Owens
    al ver reflejada su imagen en todos los periódicos desde el Estado de Virginia
    hasta la baja California.

    Más tarde, y por amor propio, me hice hedonista.

    Todas las mañanas llenaba la bañera,
    ponía la cafetera a fuego lento
    muy lento
    y me masturbaba con las mismas ganas de una adolescente
    imaginándose con ese profesor que le enseña álgebra
    o con aquel broker de ojos azules que perdió todos sus ahorros
    el martes negro
    apostando a una empresa algodonera de incipiente expansión.

    Del placer pasé directamente al autocastigo: me lesionaba golpeándome
    en la tripa
    como queriendo abortar hijos de padres desconocidos,
    esos que te violan a la salida de una rutinaria jornada laboral
    o en cualquier antro de mala muerte en algún recóndito lugar de Oklahoma.

    Y jugaba a pellizcarme
    (cada pellizco era un beso de un amante)
    y a hacer trocitos de mi cuerpo.
    Por ejemplo, con mi hipotálamo, formaba bolitas de icopor
    que colgaba en el árbol de navidad,
    simulando bolitas de nieve

    de hecho todavía sigo haciéndolo
    (me recuerda a mi abuela).

    -¿No te conté?
    Mi abuela daba de comer a los armarios
    (desde la muerte de su último perro),
    les echaba bolitas de alcanfor y cerraba rápidamente las puertas
    por miedo a que las camisas mordieran sus manos

    -las camisas blancas sin vacunar son las más peligrosas-, decía.
    -abuela, hueles a cerrado-, le decía yo.

    Concluída esta etapa
    y casi al borde de la rendición:
    bucles de días siniestros, complicados, dulces, jodidos
    muy jodidos,
    como los de la valiente Florens Owens
    cuando cogió a sus seis hijos
    e inició un largo viaje por la carretera 101 de Watsonville en busca
    de un futuro incierto entre las lágrimas doradas del maíz.

    Un día maté a mi hija adoptada. Sueño macabro donde los haya.
    Una premonición.
    No tenía nada que perder.

    Sólo quedaban los vertederos y plantas de reciclaje.
    Una vez allí,
    entre vómitos propios y ajenos,
    entre residuos orgánicos en descomposición, materia
    putrefacta y botellas de plástico
    al fin
    encontré mi sitio.

    Y así fue

    como después del ciclón de polvo que devastó parte del Medio Oeste
    norteamericano,
    tras varios de esos inviernos entre el polvo
    me declaro adicta
    a inviernos largos como la Gran Depresión,
    después de muchos martes negros,
    un día entre mis vómitos y mi basura
    buscando los restos de algún amor en lo más profundo
    de mi vagina
    tan maltrecha y solitaria como la de Florence Owens
    después de haber parido a sus diez hijos

    así fue
    como me encontré a mí misma.

    Antonia Mauro
     
    #1
    Última modificación: 3 de Septiembre de 2019
  2. David Hurtado

    David Hurtado Invitado

    Vayamos por partes, madame.



    LAS CARICIAS

    ... Y así es como, poéticamente hablando, uno -una, en este caso- va in crescendo.

    ¿Alguien dijo que las mujeres no podían escribir poemas "realistas"? Miren ustedes (Rajoy dixit), damas y caballeros. Observen atentamente: Antonia Mauro. She does it.

    Aunque, por otro lado, detesto las etiquetas. ¿Poemas "realistas"? ¿Realismo sucio, realismo limpio... surrealismo? WTF? A los poemas no debería colgarles ninguna etiqueta. No hay nada más real que lo que viene de las entrañas. Los hijos, el hambre, el odio. Alguno te dirá que la mierda o sus preámbulos pseudogaseosos, y... ¿sabéis qué? Que SÍ. Que es cierto. También.

    Porque escribir, o al menos como yo lo entiendo, va un poco de eso. De soltar no sólo lo bueno, sino también lo malo, que hay en ti. Que hay en todos nosotros. Y hacerlo con algo de estilo, endeluego, posclaro, porsupuestísimo. Y nuestra Tonya querida, como la de la peli, empieza a marcarse ya algún triple axel que otro en este sentido, y cada vez con mayor frecuencia. Quién me lo iba a desí (Bisbal dixit), gallegarrula mía, cuando te encontré en este páramo perdido de la mano de los dioses. Nada entiende -y enciende- mejor el deseo que una mujer capaz de apreciar este arte de minorías absolutas en peligro de extinción. Hay mujeres guapísimas que no tienen ni puta idea de arte, cuya práctica totalidad de sentido artístico se reduce a la imagen que proyectan en tal o cual red social (falsa y tristemente chopeada en la mayoría de casos). En mi opinión, esto les resta sexualidad y morbo por un tubo, con la sola excepción de Mia Melano porque, aunque no tenga ni papa de Arte, a esta HEMBRA se le perdona tó.

    [​IMG]

    Bueno, centrándonos de nuevo en... en lo que nos ataña. Algunas partes o versos que ya por sí solos tienen más calidad implícita que la aplastante marabunta de poemas-mierder que se publican a diario en MP.


    Me declaro adicta al invierno


    Mi abuela daba de comer a los armarios (éste me encanta)


    Más tarde, y por amor propio, me hice hedonista.

    Todas las mañanas llenaba la bañera,
    ponía la cafetera a fuego lento
    muy lento
    y me masturbaba con las mismas ganas de una adolescente
    (alto y claro, hoyga :rolleyes:)


    Una vez allí,
    entre vómitos propios y ajenos,
    entre residuos orgánicos en descomposición, materia
    putrefacta y botellas de plástico
    al fin
    encontré mi sitio.
    (pfff esto es... juer, duro de la hostia, no?)


    buscando los restos de algún amor en lo más profundo
    de mi vagina
    (...)
    así fue
    como me encontré a mí misma.
    (mmm... muy duro de nuevo, pero... en serio? de verdad hacía falta?)​



    LOS PALOS (con cariño, miamol)

    Sin extenderme demasiado y ya que nada, absolutamente nada, está exento de crítica hoy día.
    • Es demasiado largo (y este punto, ñoras y ñores, me lo apunto; últimamente me salen igual y, en mi opinión, un poema no debe ser muy extenso).
    • En algunas partes se acerca mucho, muchísimo, a la prosa. Esto es lo de siempre, y es que los clichés del realismo afirman que debe tenderse lo máximo posible a la emulación del habla cotidiana, lo cual, desde mi punto de vista, aleja erróneamente estos poemas de lo lírico, lo poético.
    • Por el contrario, en otros momentos del poema se percibe un sorprendente lirismo. Esto no estaría mal si el poema mantuviese cierta homogeneidad de principio a fin. El problema es que, al coexistir partes muy líricas con partes muy prosaicas, a veces uno se pregunta si lo escribió la misma persona, o lo escribió en varias tandas o intervalos separados temporalmente (esto último, lo más probable). Un poema se escribe de principio a fin, del tirón, y luego "se pule"; se elimina lo superfluo o se dice lo que sea de otra forma que evite caer en la reiteración. Escribir partes de un mismo poema en momentos diferentes hace que afloren y se reflejen sentimientos o estados de ánimo distintos, incluso contradictorios.
    • Una excesiva dureza puede conducir a una falta de empatía de quien te lee. Esto es muy personal, y ya te lo desarrollo por privado, muchacha, o por whatsapp o teléfono o lo que sea.
    Ale, ya está tó disho. A ver qué le parece a la señora.



    Un abras
     
    #2
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  3. elena morado

    elena morado Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Joder David, gracias. Por todo, por las caricias y más por las ostias, que sin con las que aprendo.

    No pensaba publicar, le dije a nuestro amigo Luis, pues voy a publicarlo a lo a realistas, así le hago compañía al David . Y mira que bien hice. No en sí por el comentario que también, si no porque es tuyo, de mi amigo David. De esos amigos de verdad, los que dicen todo, lo que gusta y lo que no, lo que haces bien y lo que no. Y que te dan caña cuando hay que darla. Eso hace la gente que sabe querer o quiere bien.

    Ves? Ahora estoy noña. Y empecé el comentario diciendo joder. Por la alusión que haces al lirismo y a partes muy prosaicas. Es que aún no sabes que una es muy excesiva e italiana? Que soy como muchas mujeres en una.

    Es verdad, que es muy largo. Pero salió así. En este poema trabaje un mes, pero no tenía nada que ver con esto. Sólo se salvaron los versos de mi abuela, el armario y el olor a cerrado.

    Y de repente el domingo, después de haberme enterado que mi padre había muerto empecé a escribir. Para evadirme y no ver fantasmas. Y entonces salió. Estaba bloqueada.

    Salió un texto, una prosa, y hubo que arreglarla. Y darle forma de verso.

    En cuanto a la referencia de la excesiva dureza, tienes toda la razón, y además puede cansar al lector.

    Pero en este poema, como es muy bueno jajaja, joder qué chulería, pues se salva.

    Además, acaba bien. Al final siempre soy positiva. Y el tono, al describirlo, no es de rencor. Además, al final, me encontré. Es un poema en el que quería desnudarme, despojarme de todo. Y salió así.


    Habia prometido dedicar un poema a Marius, y tenía que ser bueno para estar a su altura, a su mismo nivel no puedo.

    Muchas gracias David. Me has dejado alucinada, flipada, como a la Antonia de Securitas Direct si se le pone un hombre desnudo delante de los prismáticos.

    Otro abras.

    Muchas gracias. Coño es que tengo unos amigos, muy listos y escriben que te cagas. Suerte que tengo oye.

    Quería estar a la altura de tu impresionante comentario, pero está est no lo he conseguido.

    Lo hablamos.

    Asi que te ha parecido largo y duro el poema.

    Nunca es demasiado largo ni demasiado duro (emoticono hijaputacabronazagallegaagarrulada).
     
    #3
  4. LIBRA8

    LIBRA8 Invitado

    Pues a mí me encantó (y también la churri que nos trajo David). One, locuela.
     
    #4
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  5. marea nueva

    marea nueva Poeta veterano en el portal

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    Me encanta leerte, hay un no se que que atrapa, quizá por la rudeza de la búsqueda, porque asi es esto de vivir, solo que unos lo decimos con melcocha y otros con espadas , para abrir bien el corazón.
    Te dejo un abrazo melcochoso jejeje, o un apapacho como decimos por aca.
    Que bueno que escribas y mejor aún leerte
     
    #5
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  6. elena morado

    elena morado Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Lo sé, sé que te encanto. No lo puedes ocultar. Ah que decías el poema. Ya....el poema también.


    Sí, está buena la rubia, como italiana que es (emoticono de...italiana cabrona).

    One.
    Muchas gracias MiLuis (tojunto).
     
    #6
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  7. elena morado

    elena morado Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Hooolaaaa, muchas gracias Mareíta.

    Melcochoso, me gusta esa palabra, nunca la había oído, supongo que será algo así, como meloso. Ya lo gogleo ahora.

    Y me gusta esto que has dicho:
    Asi es esto de vivir, unos lo decimos con melcocha y otros con espadas, para abrir el corazón.

    Me gusta tu verso. Utilízalo para un poema.

    Un abrazo melcochoso jajaja y muchas gracias.
     
    #7
    Última modificación: 6 de Septiembre de 2019
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  8. Anna Politkóvskaya

    Anna Politkóvskaya Poeta fiel al portal

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    Amiga mía, que pedazo de poema que has parido, una auténtica road movie infernal (como tiene que ser) si uno/a quiere encontrarse a sí mismo/a. Insuperable.
    Me quito el sombrero y ante ti me postro, admirada poetisa.
     
    #8
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  9. elena morado

    elena morado Poeta que considera el portal su segunda casa

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    No te postres Anna por dios jaja. No es necesario que nadie se quite el sombrero porque además corres el riesgo de perderlo, me encantan aunque no me los pongo. Bueno, este invierno hice un tímido amago y me compré alguno. Y lo puse, da glamour, ese que me falta jaja. Y quedan genial en los percheros.
    Y yo aquí hablando de sombreros, por no entrar en el fondo del poema, ya me desnudé bastante en él. Y lo que cuesta enseñar parte de uno. Más difícil que despojarse de la ropa.

    Quise dar lo mejor de mi en él, aunque pueda parecer que doy lo peor. Sin filtros, sin rencores, sin miedos, sin nada. Solo yo. Soltar lo que sobra para que no joda tu interior. Eso de dar lo mejor de uno, pero no siempre se consigue.

    La admiración es mutua. Y un halago y un honor tu comentario.

    Muchas gracias y un abrazo .
     
    #9
    Última modificación: 9 de Septiembre de 2019
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  10. Luis Libra

    Luis Libra Atención: poeta en obras

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    Arriba con esta joya realista.
     
    #10
  11. danie

    danie solo un pensamiento...

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    bueno, gracias por subirla porque antes no la leí. Y últimamente anda la cosa en decadencia jejeje
    Por cierto, en qué convento sigue Elenita? :p
     
    #11
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  12. danie

    danie solo un pensamiento...

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    Hay que responder algo...??? Bueno, para mí esta genial. Ya tienes bastante con los polvazos de David y que no se mal entienda :D Por cierto qué pasó; otro más que se las piro... :(

    abrazos Elenita
     
    #12
  13. Luciana Rubio

    Luciana Rubio Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Que cosa más triste triste más lastimosa. Un gusto leerte.
     
    #13

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