Teoría del tedio

Teoría del tedio

Nada como la nada y su galbana
para escribir, si vives en el sur.
Si vives en el norte, basta "agur"
para escribir cuando te venga en gana.

Siempre se aburre aquél que más se afana
por parecer más fresco que un yogur:
resulta ser después blando el pladur,
menos firme que un piso de La Habana.

Escribo sin afán y sin motivo
como quien va camino de Belén
bajo la verde rama del olivo.

No sé si es por razón de un raro gen
pero cuanto yo doy no es de recibo
y estoy más harto que Matusalén.

 

Veo que sigues con tus rimas difíciles, hacia una teoría del ripio más que del tedio. Es en verdad difícil esa teoría. Por ejemplo, diría que «pladur» constituye un ripio en este soneto, pero siempre está el albur (te regalo esta, que es hermosa) de que tu contexto personal valide la palabreja irrefutablemente.
¿De qué estaba harto Matusalén? ¿De tiempo?

saludos
Jorge

 

Ripios no me faltan, lo admito.

Y sí, el tiempo llega a hartar, por decirlo suavemente.

Gracias por tu comentario.

Saludos

Carlos

 

Gracias a ti, como siempre.

Saludos

 

Pues escribir está muy bien... ya sean por pladur o ripios, dejémoslo salir. Ah, leer y dejar parecer, qué decir!!! Un abrazo.

 

Sigamos escribiendo, pero que no se nos olvide leer tampoco.

Creo que va tocando leer otra vez.

Saludos