El alpinista corona el Aconcagua.

Uno intenta parecerse a Jehová,
que es tan disciplinado,
y considera el Amor, débil,
por permisivo...





Uno intenta, además,


imitar a Cristo, que nos redime,
si nos encontramos alguna vez,
en cautividad, tras las rejas
de la pasión, por considerarnos


ombligo del mundo...





Uno insiste en seguir a Buddha,
que nos ilumina, para ver
adentro de nuestro interior,
y emplear la intuición,


que nos guíe por el sendero evolutivo.





Pero finalmente, cada cuál
es una viva estampa
del Creador. Y una imagen
vale más que mil palabras.





Sea, pues, el dibujo,


¡ Asignatura pendiente !
Tanto como el Ajedrez, piano o violín.
Tanto como la novela, el cómic,
y la cinematografía.


Y si no, sigan siendo ustedes mismos.





¡ Caray !

 

La Realidad es el brazo izquierdo.
La Realidad se manifiesta en la ropa que llevamos puesta.
El Tiempo que pasa, es zapatero.
O sea que se manifiesta en el calzado.
Pero el Tiempo se ubica en la cerviz.
Es decir, bajo la nuca, en un hueso curvo que sirve de cimiento al cuello.
El Tiempo es amigo de la Realidad.
De mismo modo en que predica la lógica y el sentido común.
Dado que a su vez, el sentido común es espacioso: Dolor ( anchura ), Favor ( longitud ) y Orden ( estatura ).
Luego por tanto, si algo te duele, harás el favor de poner las cosas, en orden.
Es de sentido común.
Y mientras no te duela, no aprenderás nada.





Porque en un jardín de Felicidad, el alma no aprende.
¿ Qué es, luego por tanto, el Universo ? Una escuela. Pero además, es como un hombre.
Es la escuela del hombre, que quiere tener brazo izquierdo, cerviz, zapatos y ropa.
Y luego, aparte, lógica, coherencia, sentido común, sensatez, honradez, aplomo, hidalguía, nobleza y ¡ Aconcagua !


¿ No quieres Aconcagua ?
¿ No te animas a escalar ?


La fantasía, por ende, reside en unos ojos felices.
¿ Cómo podrían nuestros ojos, sonreír ?
Si les aplicamos un colirio potente, nutritivo y cabal.
Y el mejor colirio que yo conozco, es la propia orina, por las mañanas, recién levantado.


Y claro, tú te sientes confundido.
Y eso que te denominas " Apolo ".
Porque buscas la grandeza, pero no vislumbras la majestuosidad que hay, en las pequeñas cosas.
En nuestro organismo hay opciones.
Destinos...


Incluso un mapa.
Recibir un quiromasaje en la espalda, con aceite de almendras, nos puede abrir el horizonte.
¿ Quién soy ? ¿ Dónde acabo ? ¿ Dónde comienzo ? ¿ Qué es mi espalda, para mí ?
¿ Qué es mi cuello ? ¿ Qué son mis ojos ?



Por qué he de fingir que los demás siempre llevan razón.