A una Dama (Soneto)

A una dama


¿Quién eres para ser tan denostada?
Se cuenta que de negro vas vestida
llevando una guadaña de ti asida,
y a la muerte dedicas la jornada.

Acudes a la hora señalada
sin faltar a la cita más temida,
nunca dejas a nadie otra salida
el destino y la ruta está marcada.

El tomarte, Señora, a la ligera
sin darle vueltas ni comerse el coco,
le permite a uno el no volverse loco.

Y al que citas, feliz si no se entera.
Cuándo vengas, por mí, ese fatal día,
deseo que en tu cara yo me ría.​

 

Hay quienes piensan, sobre todo últimamente, que pueden ganarle la partida a esa Dama. Hace algún tiempo que tienen el as de la telomerasa en la manga... me.pregunto si jugar esa carta no será empresa tan vana como jugar, en el pasado, a hallar aquella fuente de la eterna juventud.

En cualquier caso, nos brindas un hermoso poema donde afrontar con despreocupación la muerte es, en.mi opinión, su mensaje.

Saludos cordiales

 

Muchas gracias por tu comentario y has acertado en el el propósito del asunto. Con todo mi afecto, un abrazo.
Miguel.

 

Me sorprendes Miguel con este poema. Yo que te leo siempre sé que el amor es la premisa, el Amor lo puede todo.
La parka no te tocara porque su miedo es el amor. Un abrazo Miguel.-

 

Muchas gracias Catia por esos deseos hacia mí. El amor lo vence todo. Gracias por comentar. Un abrazo con todo mi afecto.
Miguel.