Bendito hoyuelo

Si fueras una letra,
te haría una reverencia.
Siempre serás un bonito hoyuelo.
Así que,
sonríe poeta.
No todo es analizable ni clasificable.
Polos opuestos,
Condenados a no tocarse.
Sin besos de despedida,
Corto y cierro heridas.
Me voy vacía de letras.
Ni siquiera sé si mereció la pena.

Aprendí a no ser igual a nadie
A ser yo misma
A mantenerme firme dentro de la taza del váter.
No te rías,
Ésto no es poesía.
Es cobardía.

Éste lugar no me pertenece
No forma parte de mi tránsito intestinal
No se puede tocar
Todo está lleno de hipocriedad
A la espera del aplauso
Colócate en la fila
¿Quién da la vez?
Espera,
Aplaudeme.
Igual a la vida real.
Superficialidad.

Quiero mi hogar dulce hogar
Mi nevera llena
¿Alguien da más?
Por pedir que no sea.
Pido la paz universal y mi libertad.

Digámos adiós.

 

En el poema hay una parte de autoafirmación y otra de crítica a este mundo nuestro de los poetas, en especial, los virtuales. Me gusta la honestidad con que te expresas y no te falta razón al denunciar superficialidad e hipocresía entre nosotros. Un saludo cordial.

 

Muy buen poema, un gran placer volver a disfrutar de tu poesía.
Un abrazo fraterno poeta.

 

Solo puedo escribir que la poesía me salvó.
He sobrevivido
Llegué a meta
No necesito a nadie que me sostenga
Fue un terremoto,
un ciclón
todo voló y desapareció.
Éstas ruinas quedan.
Ésta soy.
Gracias por vuestro cobijo y compañía.
Me podría estar despidiendo el resto de mi vida.
¡Soltadme!
¡No quiero letras que me aten!


¿Se puede amar más?
Amar sin final.
Sin mirar atrás.
Sin más que amar.
Me salvaste.

Gracias.