Dos visiones de una tarde gris

foto de mi autoría

Aquel hombre de aspecto taciturno
se descalzó de pronto su alpargata
como algo que le empuja y arrebata,
se sienta a las orillas de su abismo
y su espalda encorvada lo delata:
Derrota, tras derrota sin descanso
cansado de luchar se ha vuelto manso.
¡Otro hijo devorado por Saturno!
La tarde solitaria,
se hizo solidaria,
abandonó el color, se volvió gris
mi amiga me negaba este matiz:
-tú, con tu fatalismo...
¿ Y no ha de descalzarse,
si el hombre solo busca refrescarse?-

-tú puedes del realismo hacer alarde
yo me uniré al silencio de la tarde.-





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Gracias por acercarte a leer y desde luego por tu opinión. Si , hay días en que te conmueve una imagen y la mente se dispara.
Saludos cordiales.

 

Si, es cierto Eva. además me pasó de verdad, pero claro la foto era en color, lo cierto es que mi amiga siempre trata de quitarle dramatismo a lo que yo observo, pero me dice: ¿Cómo te has inventado todo eso en un momento? jajaja Aquél hombre estaba triste, abandono sus alpargatas y se sentó allí pensativo mirando como a su abismo, te prometo que lo sentí así.
Pero tú ya sabes de lo que te hablo.
Un abrazo enorme,Eva.
Isabel

 

Mi querido amigo, que bien sientan las palabras que salen de muy dentro. Gracias
Un abrazo, Sergio.
Isabel

 

Y tú qué bien lo explicas Vicente, gracias por eso.
En ti se perdona todo, Poeta, porque no hay nada que perdonar...Tu mensaje si que es inmenso, es como si pusieras un dedo sobre las quietas aguas de un simple charco de lluvia y se formaran sin más, ondas y más ondas y más ondas que la embellecen. Eres un poeta que con su palabra invita a ser consciente de la belleza de la propia obra por muy humilde que esta sea, la belleza que aportas tu mirada ¡¡Gracias,!! no se que mas decir Vicente.
Un abrazo.
Isabel

 

Si, querida Azalea, un señor puede estar cansado de un día de calor agobiante, o cansado de todo lo que lleva a sus espaldas o ambas cosas; puede transmitirte toda una vida con su postura si te detienes a leerla, el simple hecho de apoyar sus dos manos e inclinarse hacía adelante con las piernas colgando, descalzo ... no se, pero a mi diariamente, el caminar me cuanta tantas historias de los transeúntes, pero últimamente a la gente le ha dado por correr y correr como si algo malo nos acechara son formas distintas de ir por la vida. hay días en que yo también quiero correr y gritar ante el horror.
Gracias por acercarte a leer sobre "el señor cansado"...
Un abrazo, Azalea
Isabel

 

Andreas, qué bueno, una definición realista y cálida a la vez, en tan pocas palabras, ¡¡Gracias!!
Chausito Andreas
Isabel

 

jajaja Elevada?..Pero ¿qué dices Amadeo?, si el pobre hombre va a ras del suelo...Pero ya veo que mitad de ti, observa mis reflexiones sobre este asunto y tu otra mitad busca refrescar los pies...
Ay, cuanto tengo que aprender de ti, Maestro.
Un abrazo.
Isabel