Olvido

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Miserere mei...​

Olvido

Si miras a tu hijo en su calvario,
su mente que es su cruz y su martirio
verás el empellón de color lirio
desde tu gran silencio en el sagrario.

Ves a tus predilectos a diario
que acuden, se perfuman con el cirio
pascual, en tanto yo con mi delirio
enfermo, vago triste y solitario.

Y Tú, si a Lázaro que ya podrido
sacaste de la tumba perfumado,
sabrás que en mi yacija muerto he sido.

Si Tú pasas de largo por mi lado
sabrás, de sobra sabes de tu olvido
y así por qué razón me has olvidado.

Laus Deo.​

 

Otro buen soneto, esta vez con endecas que expresa sorprendentemente bien el terrible silencio de Dios.

Un cordial saludo

 

Ese silencio, querido amigo, el mayor de los silencios se clava en la hondura como un venablo. Mil gracias, querido amigo, por darme tu compañía en este tema.
Te abrazo con todo afecto, amigo. Muy agradecido.
Salva.

 

El olvido no es tal, amigo Salvador. Hay que morir por el fuego para resucitar como el ave Fenix.
El complemento acústico es genial.
Mi admiración a tu arte.
Castro.

 

Será que su silencio nos quiere ver crecer. Que vivamos su enseñanza lejano y sin él. En este mundo mortal, todo debe perecer. Pero el fuego espiritual, es eterno renacer. Tal vez... un día lo podamos ver volver.
Un gusto venir y leer tu estupendo soneto. Un abrazo.

 

No falta una palabra

¿Sabes amigo?, el alma se conforta
y parece que el Cielo se me abra,
tu misiva, no larga, más bien corta,
tiene todo, no falta una palabra.
Es cierto que ese fuego purifica
y que mata el orgullo y santifica.
Que hace entre cenizas renacer,
esa piedra de toque, no es dislate,
el dolor dirá siempre del quilate
del oro del Amor y su valer.

Salva​

Gran abrazo, amigo mío, pleno de gratitud. Te dejo esta décima afrancesada.
Sala

 

Su Voz amable en mi final

Me dices, cuando sean de este mundo
las sombras, o si llega un cataclismo,
que oiré también clamar de lo profundo
Su Voz, y fuertemente, de ese abismo.
En tanto todo me desaparece
Su Voz poderosísima se crece.
Y en este Apocalipsis personal
que es antojadizo y que me alcanza,
la voz del compañero me esperanza
a oír Su Voz amable en el final.​

Mil y mil gracias, compañero Dvaldés, por acudir a mi espacio con palabras tan certeras. Han supuesto un acicate muy valioso para mí. Permíteme que te lo exprese también en esta décima que dejo de estructura francesa.
Con un fuerte y fraternal abrazo.
Salva.

 

Mil gracias, amigo Ben, los silencios son extraordinariamente expresivos.
Te abrazo, con afecto.
Salvador.

 

En mi niñez he leido un poema que no recuerdo el autor y que quisiera releer, que más o menos dice:
"Que triste es mi caminar...
Sin sufrimiento no fuera
Dios se ha olvidado de mí
porque con el dolor prueba
a las almas que más quiere."
Un abrazo, amigo Salvador y gracias por las décimas.
Castro.

 

Hermoso, Salvador. Arte en mayúsculas!
Un fortísimo abrazo.

 

"Que triste es mi caminar...
Sin sufrimiento no fuera
Dios se ha olvidado de mí
porque con el dolor prueba
a las almas que más quiere."​

A mí me debe querer,
y sin dudarlo muy mucho,
tal vez sea no lo escucho
en la voz del padecer.
Así mismo debe ser,
pues cuando se manifiesta
es para otros la fiesta
cuando se abre el sagrario,
en cambio en m,í y a diario,
pregunto y no me contesta.

Gran abrazo, amigo Castro.
Salva.

 

Con gran retraso te contesto, amigo Ángel. Perdona por ello. Mil gracias por tu amabilísima compañía.
Gran y afectuoso abrazo.
Salvador.

 

Interesante reflexión nos dejas

Grato leerte Salva

 

Muchas gracias, querida Marianne por la compañía del comentario amable.
Un abrazo fraterno y afectuoso.
Salvador.

 

Soneto que expresa el reclamo divino. ¿Que habrá más allá...? Chausito Salvador.

 

Así es, estimada Andreas. Muchas gracias por esta presencias en mis letras.
Afectuosamente, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Todo un placer es esta presencia tuya en mis letras, estimado Luis. Efectivamente en este lamento va el reclamo esperanzado de que se vuelva a mirar el rostro anhelante. Muchas gracias por la compañía del comentario.
Con mi saludo van mis afectos.
Salvador.