Ocaso en la playa

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Hermanos, los que estáis en lejanía
[…]
Hermanos
Dámaso Alonso​

Ocaso en la playa

A veces, en la playa, al fin del día
despido al tibio sol, y con la mano,
que extiendo hacia el oeste y al hermano,
vïajo allende el mar en lejanía.

Y exclamo aquel soneto que decía
que todo en español es más cercano,
mirando al horizonte siempre arcano,
y entonces el ocaso allí lo envía.

Es cuando me imagino que aparecen,
tras el inmenso espacio del abismo,
aquella tierra, el agua, el aire, el fuego;

y sé que en ese instante resplandecen
lugares y naciones con el mismo
idioma con que digo “te amo” luego.
​

 

Precioso, Salvador. Siempre encantado de leerte.
Fortísimo abrazo, amigo!!!

 

¿Sabes que es el arte? La expresión plástica de la creación compositiva de la forma o la informa que merece ser contemplativa. (Tres meses para esto, que penita dios mio)
Según esto, que arte tienes, amigo. Lo único recordarte por si no lo tienes en mente que en Norteamérica hay 57 millones de hispanohablantes a los que extiendo la mano y saludo.
Un abrazo a ti y para el mundo.

 

¡Qué bello, Salvador! Con el viento del mar nos llegan los sones de poemas de otros que están lejos y el idioma echa a volar ideas y sentimientos de allá hasta aquí y viceversa.
Saludos, Poeta.

 

Orgulloso me siento, Salvador, de tu amistad. Grandísimo corazón ha de tener, quien en la distancia, y solo por oídas, o por lo que percibe por aquí, sabe de los muchos corazones nobles que pueblan esas tierras que, aunque lejanas, tan cercanas a nosotros.
Dí que sí. Olvidémonos de tanto remilgo plumífero, y que tomen las riendas los buenos sentimientos.

Y que se joda, el que piense de otra forma.

...Ya estoy más tranquilo....

Y por acompañarte, permíteme dedicarles también estas letras, apovechando la ocasión (Espero no desentonar...demasiado)

Hermano de boquilla no seré,
prefiero los silencios a la farsa,
de falsos testimonios pecaré
si babas me transforman en comparsa.

Si digo lo que digo es porque sé
que existen corazones que me amparan,
sin preguntar ni como ni el por qué
de sombras que mis versos acaparan.

Por eso mejor antes que después,
constancia he de dejarte a ti, mi hermano
que no hallarás en mi a aquél arcano

oscuro, al que le mueve el interés.
Por siempre, del derecho o del revés
al caer, encontrarás mi mano.
~~​

Saludo de rigor, y abrazos para ti, y todos los aludidos.

 

Vi una mano alzarse en el horizonte y no comprendía, hasta que leí tu soneto.
Era el querido compañero Salvador con su especial saludo.
Bello tu arte compañero, un muy fuerte abrazo para ti!

 

Mil gracias, querido Ángel. Celebro que estas letras te hayan complacido.
Con un muy fuerte abrazo.
Salvador.

 

Muy generoso resulta ser tu comentario, querido Fulgencio. Mil y mil gracias por tus palabras.
Te abrazo con todo afecto.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, querida compañera, por este tan amable comentario. Celebro que hayan resultado de tu agrado estas letras mías.
Afectuosamente, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Mil y mil gracias, querido Manuel, por este comentario tuyo que además adornas con un excelente soneto resumen de tu concepción de lo amistoso.
Te abrazo con todos mis afectos.
Salva.

 

Muchísimas gracias, querido compañero, por este comentario amable y generoso. Celebro que hayan sido de tu agrado estas letras mías.
Te abrazo con todos mis afectos.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, querido compañero,
por este tan amable y afín comentario.
Celebro que haya resultado de tu agrado
estas letras mías que te agrego puñetero.

Nada que como siempre he dicho, haces tus mejores poesías en los comentarios.
Saludos y al próximo gobierno, Unidas podemos sin remedio.

 

No hay por qué darlas, Salvador.
¿Sabes lo que más me atrae de la poesía?...
...La oportunidad que te brinda para improvisar...
Si tuviera que pegarme seis horas en un escrito, seguramente le cogería hasta asco a las letras...como ya me ha ocurrido, y han acabado en la papelera. (de reciclaje)
Celebro tu buena acogida a mi comentario que, como bien sabes, si no sale de adentro, es cartón mojado.

Un fuerte abrazo

 

¡Dedícame un romance Fulgencio! ... no lo ha hecho nadie.

...De mis mejores poemas...la respuesta la tienes en el comentario a Salvador.
y lo que dices del arte...lo mires por donde lo mires, el arte no es más que morirse de frío... o es lo que se dice por aquí.

Abrazo grande...barrigón.

 

Precioso soneto Salvador. Mis aplausos. Un abrazo con todo mi afecto.
Miguel.

 

Excelente remate en un soneto que se me antoja delicioso, querido amigo.
Esa audaz diéresis en el cuarto verso salva felizmente la deseada eufonía.

Me resulta complicado enviarte algo en clave de Bossa Nova, te las sabes todas. A ver si encuentro algo que te sorprenda.

Un fuerte abrazo.

 

El eco en el silencio

Mejor en el silencio se oye el eco
del tono de tu voz y tu palabra,
aquel nunca perdido en embeleco,
paciente cuando espera se le abra.
Se abra el corazón en el hermano
y allí sembrar afectos con la mano.
La mano que trasciende los cristales
cristales de tus límpidos postigos
abiertos para ver a los amigos
por esos cuatro puntos cardinales.

Muchas gracias, Manolo, por tu cercanía que noto constantemente, aun en los silencios.
Grandísimo abrazo, amigo mío.
Salva.

 

Muy agradecido, querido Miguel, por este comentario tuyo y la amable lectura.
Te envío un abrazo pleno de afectos.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, amigo Vicente, por este nuevo acercarte a mis letras dejando tu amable huella.
Tú déjame cuanto quieras, conocido o no, que si lo escogiste con tu refinado gusto eso mismo le proporciona un valor añadido.
Grandísimo abrazo, amigo mío.
Salvador.

 

¡Qué grande eres, Salva. ¿Como voy aguardar silencio con lo que me dices?
...Po ahí va otra...

Para qué hablar de amistad
cuando es agua de borrajas,
con las que llenan tinajas
mártires de la bondad.
Si te digo mi verdad,
a veces voy cavilando
y concluyo meditando
que es la amistad, sentimiento,
y, al igual que el movimiento
también se demuestra andando.
~~
​

Otro abrazo grande.

 

Tú sí que eres, querido Manuel, cada vez tienes mas gracia, más tino y más destreza..., ¡y más grandeza!
Fortísimo abrazo, amigo mío.
Salva.

 

Lo prometido es deuda, Salvador.


Verano de 1962. Rio de Janeiro. Playa de Ipanema. Bar Veloso.

Sentados en la terraza del bar, un músico y un poeta están dándole vueltas a una nueva canción sin encontrar la letra que les satisfaga. Y ambos se fijan, como solían hacerlo con todas las muchachas que paseaban sugerentes por la acera y se dejaban acariciar por el sol, en una joven de caminar lento y voluptuoso. Entonces, les llega la inspiración y escriben el tema que se convertiría en un himno, en el estandarte de una nueva música que ya estaba en la calle y que ellos habían creado pocos años atrás:

La Bossa Nova.

Como muy bien sabes, esta fue:



Nunca viene mal volverla a escuchar en el amanecer o en el ocaso de una playa cualquiera ¿no? Con garota incluida, claro. Pues eso.

Un fuerte abrazo.

 

Te digo, Vicente, que si Salvador me da permiso, reescribimos la "historia".

 

Sin duda la lengua une mucho, Salvador. Diría que no me siento extranjero en España. El mar... el Atlántico, nos une y nos separa: podemos imaginar navegarlo, pero también las tempestades...

El nuevo mundo, para Dvorak, eran los Estados Unidos: ese sí que es otro país.

Abrazo
Jorge

 

Por supuesto que nunca viene mal ouvir o seu doce balanço que vai caminho do mar, querido Vicente. Este himno, como señalas, marcó el punto de salida para que nos solazásemos tantos y tantos con una de las cosas más hermosas que nos ha dejado la música. ¿Sabes?, si escucho Bossa Nova te vienes a mi recuerdo y pienso, tal vez el gran Vicente esté escuchado también.
Mil gracias por este refinado gusto tuyo que sirve com punto de encuentro.
Un fuerte abrazo, de nuevo.
Salvador.

 

Cuando tú lo indiques, amigo mío.
Fuerte abrazo.
Salva.

 

Imagino, querido Jorge, que tú has sentido la extraordinaria sensación de descender del avión después de muchas, muchas horas de vuelo, y escuchar hablar en tu mismo idioma, y por eso no te sientes extranjero por aquí. Efectivamente que hay tempestades en el Atlántico, pero ninguna es tan duradera como para convertirlo en innavegable.
No conocía la intencionalidad de Dvorak cuando compuso la Sinfonía del Nuevo Mundo, pero su espíritu lo he hecho mío al asimilarlo a la América Latina, también a los numerosísimos hermanos que viven en EEUU y que hablan esta nuestra lengua, la lengua por la que tú y yo mantenemos viva esta sensacional amistad.
Te abrazo, con todos mis afectos.
Salvador.

 

Este poema, amiga Isabel, surgió de la reflexión tras releer el extraordinario soneto de Dámaso Alonso "Hermanos", de manera que puede decirse es una especie de glosa del espíritu que el gran poeta del 27 quiso regalar a sus lectores. Si tienes la oportunidad de disfrutarlo, seguro que ves este soneto mío como salido de entre aquellos versos extraordinarios.
Mil gracias, amiga mía, por dejarme la amabilidad de este tu comentario generoso.
Te abrazo con todos mis afectos.
Salva.

 

Pues me pongo a ello, a ver por donde sale.