Tus almenas

Tus almenas

Me agoto del poder de tu conciencia
marmórea que cubre mi mortaja
que por dura y maciza no se raja
aplastando mi ardor con su prudencia.

Y ahogas mi brutal concupiscencia
destinando mi mar a una tinaja,
que oprimido con una estrecha faja
ni embiste en sus mareas con violencia.

Tú me cortas las alas y los vuelos
dejando sin resquicio a mis anhelos
en tu fuerte castillo y tus almenas.

Y allí ni me alzaré siquiera un palmo
ni tendré un instante de aire calmo
si a la vez con miradas me enajenas.

 

¡Wow! Cuánto daño hacemos a veces las personas con la indiferencia. Tanto que generamos estas improntas de tristeza. Que por cierto, decantan en estéticas armoniosas, pero que encierran un gran dolor. Gracias por compartirla. Felicidades. Un saludo.
Almendra.

 

Mil gracias, estimada Almendra (¡Qué nombre tan original y frutal!), por estas consideraciones que deja en mis letras. Celebro que hayan resultado ser de su agrado.
Compruebo su reciente incorporación, por lo que le deseo se sienta muy bien en este nuestro mundo de palabras y pensamientos.
Con un cordial y afectuoso saludo.
Salvador.

 

Muchas gracias, Salvador! Almendra es mi nombre verdadero. Celebro que le guste. Me ha encantado su poema. Yo he subido algunos poquitos al portal. Ojalá pueda seguir haciéndolo. Un cariño.
Almendra.

 

Pues mejor que mejor, ¡qué nombre tan hermoso! Quedo a su disposición para lo que se le ofrezca y esté en mi mano servirla.
De nuevo un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Muy sensibles y desgarrados versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Muchas gracias, querida Nancy, por acudir a este espacio mío de letras y por dejar esta tan amable huella.
Con un fuerte y fraternal abrazo.
Salva.

 

Mil gracias, compañera María, por dejar esta amable huella en mi espacio de letras.
Con un fuerte y fraternal abrazo.
Salvador.