La hoguera

Enciendo mis palabras en la hoguera
que lucen con sus llamas, y se agitan,
son un ascua de luz, donde dormitan,
los sueños de esta vida pasajera.

Ardiendo ya estarán la noche entera
mis versos, que incendiados, decrepitan,
cenizas que en sus grises se marchitan
con himnos que no quiero por bandera.

Si canto junto al fuego cuanto quiera,
la voz y mis palabras resucitan
recuerdos de otra vida verdadera.

Me gusta ver su brasa, y que prendiera
rocíos en el alma, que me habitan,
y así ponerme al mundo por montera.

PepeSori
SafeCreative
enero2020​

 

Celebro que te guste amigo mío, debe ser que en vez de absenta como los clásicos, tomo el brandy granel y barato del supermercado (Es broma)
Un abrazo

 

Voy a probar a ver si me provoca el mis efecto, buenísimo Pepe.-Saludos.-

 

Muy buen poema, al recitarlo suena de lujo y es sinuoso y armónico, invitándonos a compartir esa fogata de versos que, encienden desde siempre imaginarios arrebolados y taciturnos.
Te felicito por tus letras.
Voy a seguirte.
Rodrigo del Río

 

Gracias catia, cuidado con la dosis, saludos

 

Muchas gracias por comentario tan generoso y por seguirme, mi abrazo en la distancia Rodrigo

 

¡Qué bien te veo, poeta! Cada día mejor.

Un abrazo.

 

Gracias Vicente, mi mujer no lo ve así abrazos

 

Jajajajaj. Seguro que no es así.

 

Ya te dije hace tiempo "De mayor quiero ser como tú"...y en ello estoy.
Qué me gustaría tener tu repertorio a la hora de amontonar palabras, y darle forma a ese montón, para decirlo todo como lo dices.
En la hoguera de este soneto, fundo mis letras con las tuyas, a ver si así, se me pega algo...con tu permiso.

Un abrazo.

Enciendo mis palabras en la hoguera
que lucen con sus llamas, y se agitan,
son un ascua de luz, donde dormitan,
los sueños de esta vida pasajera.

Ardiendo ya estarán la noche entera
mis versos, que incendiados, decrepitan,
cenizas que en sus grises se marchitan
con himnos que no quiero por bandera.

Si canto junto al fuego cuanto quiera,
la voz y mis palabras resucitan
recuerdos de otra vida verdadera.

Me gusta ver su brasa, y que prendiera
rocíos en el alma, que me habitan,
y así ponerme al mundo por montera,
ser uno, con los versos que palpitan;
rescoldos de la llama plañidera.

Recóndita estará si hallo manera
de encontrar lo que leños me suscitan,
al crujir lo que antes fue madera.

Y pienso si es la vida una escollera
o es tan solo ilusiones que levitan
atadas a unos huesos que gravitan
en torno al sinvivir que decelera.

Ahora, ya al final de mi carrera,
mis letras, mis vivencias regurgitan,
son pulsos que me ordenan y me incitan
a escribir sin más cinta ni gorguera.
~~​

 

Pues muy bien amigo Manolo,un soneto casi invertido.....
abrazos

 

Inmenso poema con cierre magistral.

Un abrazo,

Mickey Mouse

 

Gracias Mickey, un fuerte abrazo

 

Pepe, un excelente soneto, que demuestra que eres un maestro. Un abrazo con todo mi afecto.
Miguel

 

Jejeje, muchas gracias Miguel, un abrazo