Banca pública

BANCA PÚBLICA​

En un concepto esencial un banco es una entidad cuyo objeto es lucrarse moviendo el dinero. Para ello debe obtener un rédito mayor del dinero que presta en relación al coste que supone financiarse.

Aunque obvia considero necesario recalcar esta afirmación porque ello me lleva al meollo del asunto que deseo tratar: el riesgo.

Al prestar o invertir dinero se asume un riesgo. Un banquero competente sabrá gestionar el riesgo y hacer válido ese dicho popular que dice que la banca siempre gana.

De lo contrario, una mala gestión de sus inversiones puede conducirle a préstamos irrecuperables o inversiones desastrosas que conllevan la adquisición de activos de un valor muy inferior al esperado. Haciendo un símil con la literatura infantil, como si Jack hubiera comprado habichuelas mágicas que en realidad no lo son.

Como resultado de la pésima gestión, según las leyes del mercado, el banco, como cualquier empresa, debería quebrar en estas situaciones.

Pero la experiencia reciente nos ha demostrado que en muchos casos esto no es posible. Al parecer los bancos no pueden quebrar. Es más, los gobiernos deben rescatarlos por el bien de la ciudadanía.

Porque ¿quién no tiene dinero en el banco? Hasta la persona más sencilla recurre a ellos para gestionar sus humildes finanzas, que muchas veces se reducen a las magras rentas del trabajo.

Involuntariamente, aunque no lo deseemos, somos rehenes de los bancos. No importa que su interés en los bancos no vaya más allá de la administración de sus finanzas, de un lugar “más seguro” que el colchón de su casa donde depositar su dinero.

Aunque no contrate fondos de inversión, ni invierta en bolsa, ni compre acciones del banco…Aunque ignore todos esos cantos de sirena, el destino de su capital está vinculado irrevocablemente al de la entidad financiera.

Dicho de otro modo, no importa cuán conservador sea con su dinero, por el hecho de tenerlo en un banco está asumiendo un riesgo. Ha depositado su confianza en una entidad PRIVADA para que garantice la seguridad de su capital.

Es por ello que al menor atisbo de quiebra bancaria todo el mundo se eche a temblar. ¿Qué será de los pequeños ahorradores?

Es la excusa perfecta para que los gobiernos, a costa del erario público, actúen al rescate. Pareciera el pago de un secuestro. Los bancos no deben, no pueden quebrar porque las consecuencias para la gente de a pie serían catastróficas.

Pero, ¿Qué pasaría si existiera una alternativa a la banca privada para los pequeños ahorradores? ¿Qué sucedería si existiera una banca pública que se dedicara única y exclusivamente a proveer de seguridad financiera a todos aquellos que sólo buscan un gestor?

Una banca pública cuyo garante sea el mismo Estado y que autofinancie su aparato burocrático mediante tasas que los ahorradores abonan por sus servicios.

Una banca neutra, sin ánimo de lucro, un mero gestor que jamás empleará los capitales depositados en ella para especular ni financiar el aparato del Estado.

Un puerto seguro desde donde refugiarse de las tempestades financieras y ver hundirse a trasatlánticos de trileros en el mar de su propia incompetencia y avaricia.

¿Verdad que sería hermoso?

 

Eso ya existe en varios países con diferentes nombres como servicio adicional a los servicios de salud y seguros de retiro.
Caja de seguro, seguro de desempleo, seguro médico, seguro social, instituto de seguridad social etc.
Esos servicios incluyen préstamos hipotecarios, préstamos prendarios, préstamos con descuento sobre salario, etc.

 

Cierto dragon_ecu. Y ya me gustaría tenerlos en mi país.

Un saludo