Palabras y comas.

Palabras y comas

Nosotros, tú, yo, él, vosotros, ellos,
nadie, pocos, algunos, demasiados;
gentiles, arrogantes, feos, bellos,
alegres, tristes, próximos, aislados;

ojos, pestañas, cejas, bocas, cuellos,
caricias, golpes, besos, desagrados,
sudores, lágrimas, amor, resuellos,
cándidos, bondadosos, humorados;

insomnes, melancólicos, dudosos,
buenos, malos, limpios, pecadores
morenos, rubios, pelo zanahoria,

solitarios, sonámbulos, ansiosos,
ataúdes, mortajas, llantos, flores,
demonios, ángeles, infierno, gloria.
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Pues no se me había ocurrido que esto pudiese tener relación con el OULIPO, Luis. A ese movimiento le hice ya más atrás un homenaje a sugerencia tuya citando a Raymond Quenau
http://www.mundopoesia.com/foros/temas/homenaje-raymond-queneau-y-sus-ejercicios-de-estilo.584769/
de quien me dijiste que tenía una obra en la que contaba una anécdota intrascendente de noventa y nueve formas diferentes nada más y nada menos.
En este poema sin embargo no fue esa mi pretensión, lo que quise hacer aquí fue juntar una retahíla de palabras aparentemente inconexas procurando que no hubiese ningún verbo, ni adverbio ni preposición..., en resumen, sin sintaxis, solo comas separando esa ristra de palabras. No obstante cuanto más leo el poema más veo que hay una conexión subconsciente entre esas palabras; espero que cada lector encuentre su propia interpretación, aunque por lo visto, este trabajo lleva el signo de la incomprensión. Es el riesgo de hacer experimentos poco comunes ¿no te parece?

Un abrazo y gracias por pasar.

 

¡Oh! las matemáticas y OULIPO, qué intima relación; ya no son solo las 99 formas de contar un mismo asunto en los ejercicios de estilo de Quenau, sino que en esto otro libro del mismo autor dice:
Cent mille miliards de poèmes, "Cien billones de poemas", consistente en diez sonetos, en los que en todos se mantiene la misma rima, así que cada verso puede ser substituido por el verso correspondiente de otro soneto. Por ejemplo: el verso 1 del soneto 1 puede ser substituido por el verso 1 de cualquiera de los sonetos 2 al 10. El número total de sonetos que existen potencialmente es de 10¹⁴, que son los cien billones que dan lugar al título; se tardarían, sin detenerse a comer ni a dormir, varios millones de años en leerlos); referencia: Wikipedia.

¡qué cosas no?

Saludos.

 

¿Oulipo? ¿Dadá? ¿Fractal matemático? Nada de eso. O quizá un poco de todo.
Afortunadamente, hoy en día, disponemos de un diccionario bien abastecido y atento a toda aparición novedosa de fenómenos y realidades aún inexistentes para ser mencionadas.

Lo que no puede ser nombrado, sencillamente no existe. Era un principio muy aplicado en la praxis totalitaria con el fin de reducir el rango cognoscitivo de la población y procurar someterla sin violencia física a sus megalómanas fantasías. Acuérdate de 1984 de Orwell o Fahrenheit 451, aquellas novelas distópicas. (Cinéfilo que eres, seguro que has visto la peli de Truffaut)

El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo"

Por fortuna, esta conocida puntualización de García Marquez en Cien años de soledad, carece de sentido ya en nuestro ilustrado mundo.

Perdona el fárrago, Juan Ramón, se me ha ido la mano. Todo esto para decirte que me ha gustado mucho tu poema resuelto en pausas.

Un abrazo.

 

No tengo que perdonarte nada Vicente. Me encantan tus fárragos. Lamento no haberte contestado antes. Tus comentarios son con mucha frecuencia extraordinariamente sugerentes y este es uno de ellos. No sabes cómo te agradezco las referencias culturales que me haces tocando mi sensible fibra cinéfila. Esa película de Truffaut la recuerdo muy bien; las piras de libros ardiendo fueron imágenes difíciles de borrar.

Un abrazo, poeta.

 

¡Ay, la coma, ese implacable árbitro de la sintaxis!

Otro abrazo.