20. Vigésimo

Se terminó.
¿Acaso tuvimos un final feliz?
¿O una simplona comedia barata?
¿O tal vez una grotesca porno sádica?

Creo que me he liberado,
aunque mi corazón llore que es en vano.
Prefiero quererte así de poquito,
en vez de embarcarme en tus enredados juegos y tentadores sollozos.

Y clarito que sí, estoy de luto,
porque nos despedimos sin acribillarnos,
al contrario,
hasta un besito en las mejillas y un abrazo intercambiamos.

Con cicatrices, veo una grata esperanza;
sin derecho de tener caricias privadas
simplemente con sutiles cariños
e inocentes charlas como chiquitos.

A pesar de la decepción con la que me dejaste,
solo te quiero decir mi querido idiota de ojos tiernos que no te dejaré de amar
y te guardo en un cofre muy especial.

Te extrañaré y ya te estoy extrañando.
No sé si es un hasta luego o un seco adiós
pero quiero que te cuides,
y que seas feliz del uno al infinito millón.

 

¡Muchísimas gracias! Te invito a que leas mis otros mediocres poemas

 

Ya se enfrió. Me encontré a un dulce sol de hermosa sonrisa que me ha ayudado a olvidar a un idiota de ojos tiernos.

 

jeje