Otra teoría conspirativa.

Te diré la verdad: mi oído prefiere los desarreglos métricos a tus omisiones de artículos. Más cuando con eliminar el «ya» inicial podrías, en el verso ocho, poner el bendito «el» que pide el orbe.

Me gustó la referencia a Pandora; las sorpresas y sobresaltos de estos días bien la justifican. La esperanza queda en el ánfora junto con la vacuna.

Abrazos
J.

 

Excelente soneto, que, aunque yo cambiaría el orden del tercer verso, eso ni vale la pena, deja así. La profundidad del tema es lo importante.
Creo que hiciste magia en este soneto y te iluminaste con las palabras indicadas.
Es magistral tu poema y estoy de acuerdo contigo: Quizás ni merecemos la vacuna.
Saludos desde mi encierro en casa. Un abrazo.

 

Buen rollo en el que nos hemos metido... hasta los roces que anuncian a los hijos se posponen... Hasta cuando? Buen soneto amigo. Saludos.

 

Y la modestia, jeje. Un beso.

 

Que no llegue a mi isla es lo único que me preocupa.

Cariños Sergio y a cuidarse en casa.

Abrazotes mil!

 

Creo que es un plan de la naturaleza para recuperarse poco apoco; en Venecia ya se avistan los peces.
Un placer.

 

Un excelente soneto que bien describe la dolorosa actualidad, lo mal que lo han hecho los gobernantes y la irresponsabilidad de muchos. Un abrazo.
Miguel

 

Otra teoría conspirativa.

¿Otra más? Yo ya me quedé saturado con el Péndulo de Foucault de Eco y los enigmáticos Protocolos de los Sabios de Sión, la conspiración judeomasónica y otras fantasías histriónicas para no dormir. En ciertos casos, las teorías de conspiración han demostrado ser ciertas o revelar aspectos reales que se habían mantenido ocultos pero, seamos cautos, a veces responden a intereses mezquinos poco confesables. Otras, a mesiánicas advertencias de mentes retorcidas y visionarias. Cuidad0 con eso.
La crisis del corona (no me apetece ni siquiera nombrar al bicho) dispara las hipótesis especulativas pero no nos equivoquemos ni agotemos energías en buscar el origen del problema. Eso resulta irrelevante. Ahora nos toca A TODOS, solidarios, luchar contra ese enemigo real que no pregunta ni discrimina ideologías, ni excluyentes ni transversales, simplemente mata.

Un abrazo entero, vampiro inofensivo.

 

La modernidad, o como dicen los más cool, la postmodernidad, se caracteriza por una humanidad occidental muy endiosada. Las consecuencias, palmarias.