Alarma

La alarma cuando llega tenebrosa
se cierne sobre cuerpos solitarios
que cuidan nuestros nobles sanitarios
con ahínco y de forma generosa.

La pandemia acechando peligrosa
combaten abnegados voluntarios
médicos, enfermeros, boticarios,
y tareas iguales de valiosas.

Esperando el final de la infección
están los ciudadanos confinados
para así mitigar la maldición.

Censurando el regalo a los privados
arreglemos aquella situación
y hagamos que no queden postergados.

 

Saludos Antonio!

Qué triste es todo esto que vivimos hoy, lo más crudo es ese verso final que tan bien cierra tu soneto aunado al abnegado y arriesgado trabajo que ejerce el personal a cargo, en un tema de actualidad, crudo que se vive a nivel mundial y que en este momento nos tiene a todos, los que podemos, en casa tratando de colaborar para que no sea más grave la situación, aunque algunos aún no se lo han tomado en serio y siguen la fiesta irresponsablemente. Espero que estés bien dentro de lo que cabe y que pronto pase este mal trago y sobre todo que hagamos conciencia sobre ello porque de seguir el hombre con tanto flagelo a la naturaleza y ese afán de enriquecerse a costa de ella, no sé cuántos más de estos virus nos llegarán, sea de donde sea que vengan.

un fuerte abrazo que por acá se puede, y siempre mi admiración, mi amigo Antonio,

ligiA

 

Así es estimada Ligia, esta plaga es más seria de lo que muchos todavía se creen.
Esperemos que la población en general seamos disciplinados y sigamos las instrucciones de las autoridades sanitarias, muchos piensan que por el mero hecho de estar confinados no se cura nadie, pero no quieren ver que lo que se trata de evitar es el colapso de los hospitales pues el virus tarde o temprano nos atacará a la inmensa mayoría de la población mundial.
Bueno te deseo todo lo mejor y que pase pronto este maligno virus.
Muchas gracias por tus siempre cariñosas y bellas palabras.
Ánimo, suerte y salud.
Yo también te mando un fuerte abrazo digital.

 

Es una expresión centrada en las funciones y usos del lenguaje, esta particularidad a la que te refieres en el uso de la palabra "nuestros" está construida apoyada en la función expresiva que se utiliza para describir sentimientos, emociones, estados físicos, sensaciones, etc. Y en la función poética, que busca modificar la forma del lenguaje para provocar un efecto estético, centrándose en el mensaje mismo y el cómo se dice. Conclusión, no hay palabra mal dicha, si no mal interpretada.