Miedos vencidos-.

Entre pieles derruidas por el tiempo,

como viejas antiguallas o abalorios,

las gitanas encienden sus hogueras.

Así, la incisión nocturna con sus vientos,

y su aire impávido y sangrante. Digno,

el fuego incrementa las noche; yo, solo,

larva interestelar de los altos espacios,

descubro las extremidades que impiden

huellas de barcos, conjuntos de esfinges.

Practico el afán de las nubes, la agónica flor subterránea,

el segmento de estrellas que invade las habitaciones

sin pretensión alguna. Oh, cómo bailan

las orquídeas en su viento airado, en su aire

cálido y perfumado, subyugando las memorias

y atando los lápices al pupitre. Yo sigo, sin quererlo,

furtivo, diestro en gasolineras abandonadas.

Excavo los cráneos, los amargos estambres

definitivos como circunferencias,

como tallos rebeldes que despuntan con sustancias

adhesivas.

El alba destaca sobre los árboles incompletos-.



©

 

Y en esa piel se esconden los miedos, que en una lucha frontal puede vencer en la sombra.
Un gran saludo cordial.

 

Entre pieles derruidas por el tiempo,

como viejas antiguallas o abalorios,

las gitanas encienden sus hogueras.

Este comienzo es magistral y el final cuando dices: el alba destaca sobre los árboles incompletos, porque la noche es como una gran goma de borrar que quita lo viejo y cuando surge el alba a de volver a dibujar lo que ya casi no existe.
Un fuerte y cordial saludo. Gracias. Chema.

 

Muchas gracias Chema, por tu interés y comentario en mi obra, un abrazo!

 

Gracias, un cordial saludo-.