Amantes en la pandemia

“El destino, así, nos “premia” . . .”

Querida, no puedo verte,
el confinamiento es muerte
de esta pasión imposible,
no tenerte es . . . tan terrible.

Cariño, la angustia es larga,
la contingencia se alarga,
la pandemia nos supera,
cruenta espera desespera.

Esta aventura amorosa,
hoy, se torna desastrosa,
seguimos comprometidos
y en cada casa metidos.

No hay pretexto pa’ salir,
pues, no consigo mentir,
ya no se lleva, como antes,
nuestra condición de amantes.

Está al borde del ocaso,
inevitable fracaso,
veinticuatro horas al día,
peno por ti, vida mía.

No hay solución a la vista,
creo que es mejor que desista,
mi hogar se ha vuelto castigo,
no logro ni hablar contigo.

El celular no es aliado,
con tanto testigo al lado,
el miedo, más, nos separa,
¿qué destino nos depara?

Guardar la “sana distancia”,
desoladora fragancia
de una medida insufrible,
como quisiera ser libre.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 27 de abril del 2020
Reg. SEP. Indautor No. (en trámite)

 

Es encantadora tu obra, cargada de actualidad, frescor, añoranza y jocosidad en armoniosas rimas.. Realmente me encanta tu estilo. Un gusto recorrer tus letras. Bella noche, poeta

 

Sin duda que los amantes la están pasando mal ... Saludos , poeta.

 

Mil gracias, NEY1, que amable por su atención y su lindo comentario, el cual me anima a seguir intentándolo. El amor, en este caso el de los amantes, se torna imposible de hecho. No es solo un caso, hay miles y miles y miles. El mundo está lleno de amantes, hoy por hoy, tristemente separados por la pandemia. Un saludo afectuoso. Que esté bien.

 

Hola, Elba Nery García, que gusto en saludarla. Es Usted muy amable en su comentario. Está pandemia va a sacar lo mejor de los seres humanos, valores, moral, etc., pero también lo peor de sí mismos. Hay casos, como este de amor de los amantes, pero, hay otros casos de violencia, de ultrajes, de violaciones, de violencia dentro de la familia, Dios mío, que tragedia, ni hablar, así es esto. Saludos tristes, pero muy afectuosos. Hasta luego, que esté bien.