Fin

Tambores golpean, y mi alma retumba. Mientras mi corazón se debilita, otro trago y el dolor se amortigua.
Todos susurran y yo me traslado
a aquel rincón, donde mi corazón a quedado.
Sacrificado a la luz de las velas
y imágenes misteriosa que la adornan.
Haz tomado aquella alma pura y la haz ofrecido como sacrificio
inhala y el vacío se agranda.
Miradas que se esquivan, tratando de esconder sentimientos negados
ignorantes no hay otra palabra.
Aire que corre, haciéndome despertad de este sueño lleno de dolor y rencor.
Toda aquella pasión y amor se tiñó
de dolor y decepción, los besos dulces se convirtieron en tragos de azufre.
Y entendí que aquella pasión que inicio, al ritmo del tambor
bajo el tambor termino.
​

 

agradable historia, aunque sea su historia tan breve​

es encantadora... me encanta​

 

Siempre es triste cuando llega el final, pero también hay que decir
que muchas veces es inevitable. Tu poema está lleno de melancolía,
y mucho dolor, ojalá llegue el alivio pronto. Mis besitos apretados
en tus mejillas.