Valvoreta

No quisiera que me amaran

solamente a mí, sino

a la más Divina Voluntad:

quizás sólo por poseer

un simple cuerpo de mujer;

o por ser bella fontana,

por alborea valvoreta,

con su naturaleza andina

y por poseer agua cristalina.

Mas es lo es que tengo

en este alocado tiempo,

donde se derrumban

tantos absurdos mitos.

Vivir he de vivirlo;

gozar he de intentarlo,

y cómo no, superarlo.

Pues cómo todo pasará,

así la belleza se mudará,

y pronto volverán de nuevo

las alegres gaitas a sonar

a la vera de este palomar;

nadie me prohíbe amarte.

 

Amar, de rama en rama.
Entre la monja, y el jamón.
Desde la bronca, al cabrón.
Y con la Oca, el Cola-Cao.


Miaoooo.


Así, la directora de cine, Pilar Miró.
Y junto a ella, el pintor catalán,
Joan Miró. Que buscaba, de nuevo,
el anonimato. Dado que ser famoso, un día,


fue ¡ Alumbramiento de euforia !


Pero el trabajo del artista,
no consiste tan sólo,
en cuatro o cinco garabatos.
Sino que es a fuer de Evangelio.


Buenas nuevas, ¡ Buenas noticias !


Como Isabel Gemio, ¡ Sorpresa, sorpresa !
O el Diario de Patricia.
Don Felipe y doña Letizia.
De otro modo, ¡ Tanta fama no ayuda a que germine


la arquitectura ibicenca !


La euforia es gitana y flamenca.
Gallarda, garbosa y humilde.
El taconeo, a su vez, pone las tildes.
Los puntos, sobre las íes, y en la melodía,


las alteraciones: Sostenidos y bemoles.


Abrigo, gabardina, ánorak, trenca.
Esquíes, patines, mono-patín, tabla de Snow.
Pantalones, pantalones de peto, cinturón, tirantes...
Gorro de lana, sombrero de tres picos, capucha,


caperucita roja, ¡ Hay de todo, en la viña del Señor !​

 

Un placer leerte, me quedo con esta frase...Saludos!!