Pura melancolía

Sólo por una vez en mi vida
dejaré de parecer fuerte,
no puedo mantenerme en pie
y si soy sincera tampoco quiero.

Hoy, quiero que mis pedazos
se queden en el suelo
y que el llanto corra impetuoso
como rio enfurecido.

No cubriré mis heridas
y dejaré descansar
a la fiera que agoniza.

No puedo producir sonrisas
con el llanto que he almacenado,
me he lavado el baño de acero
y soy quebradiza como fino hielo.

No, no me den consuelo
que la teoría la conozco
y lo típico aborrezco.

Quiero morir, es siniestro
Pero quiero ser libre
y no seguir sintiendo
basta de buscar lo no perdido
y de creer en lo que no veo.

 

¡Me encantóó!

 

Estimada Anie,
a través de este cristalino poema podemos verte tal y como eres, un ser humano que continua celebrando -más allá de sus propias paredes o fronteras – que la vida es una de imprevistos desafíos y por los cuales todos pasamos. Tal vez no hace falta decirlo, pero hay momentos que definen el rumbo de nuestras vidas y, en la mayoría de los casos, uno se siente incapaz de decidir si representan los deseos o ese cambio del que solo pensábamos.

Amiga,
yo he tenido muchos de estos momentos, pero créeme, sin el sentir sincero, sin las muestras de tan bellas reflexiones, como las que todos compartimos, simplemente no hay poesía.

Somos fuertes porque además somos poetas...y tú eres una que hace la diferencia.

Besos,
Fidel Guerra.

 

A veces, solo queremos éso... Yacer, dejarnos ir... Para volvernos a encontrar.
Un gusto leerte, @pequeña anie.
Besos.

 

Muchas gracias por vuestra presencia en estos negros versos y por vuestros comentarios...un abrazo