Sal

Los significados verdaderos son esencias
exánimes latidos en el universo inabarcable
aromas dulces inexpresables e inextinguibles
los trillan las lluvias, los sahúman los vientos
en una abigarrada danza indescifrable.​

​

Yacen ocultos por la obcecación de la indolencia
lloviznan reminiscencias de abriles olvidados
gritan procaces a veces en la impaciencia
a un mundo sordo y alienado.​

Moran prístinos bajo un estro de misterio
espiándonos desde osamentas exiliados
o cabalgando sobre un corcel de estrellas
bajo azafranes desteñidos de un ocaso.​

​

Brisa septembrina en la ventana
sones miríficos en busca de un oído
un alma atenta que los redima del olvido
por el limen impoluto de la palabra.​

​

Del sibilino palio
que amortaja la vida en un adagio
diamantes inescrutables que a la rosa empapan
con un fúlgido aliento húmedo de nácar.​

​

Así nacen los sentidos
corriente indómita que golpean nuestras costas
sacudiendo los escollos que nos atascan
vorágine de tempestades que rompen las amarras.​

​

Anegando de verdades nuestra calma
borbotones pletóricos que resquebrajan nuestras ánforas
azuzándonos por el océano del alma
hacia la nada
hacia el todo
hacia alguna parte
hacia el carajo
hacia alguna patria
acre , prosaica y denigrada.​

​

¡ Ahí resuena el silbido !
¿lo oyes compañero del camino?
en lo fútil , anodino y execrable
en lo que es digno de un orín y escupitajos
allí extendió sus gajos , el sentido.​

​

En extasiado periplo
levantamos anclas
intentamos entonces con intrepidez pirata
atrapar calidoscópicos destellos con la mirada
grabarlos en la retina
aprisionarlos en los volcanes tibios
de la insipidez humana.​

​

Fermento de la vida
es revelar los silencios que tanto hablan
sus enigmas que tanto claman
soplar en una lira a los cuatro vientos
allende el mar y en lo más recóndito de la tierra
los murmullos de las piedras ignoradas
en esas pisadas esculpidas por la arena
rubricadas al postrer por las borrascas
en esa tiza hollada
en la habitación paterna fría y solitaria.​

​

La verdad presente en los eriales
dicen mucho mas de lo que callan.​

​

 

Me intriga tu manera enigmática de analizar los poemas.Muchas gracias por leerlos.

 

gracias a ti por escribirlos