Detrás del velo

Cielo escondido

piel de nube

quema

desierto aire​

calcinante calima

detrás del viento
nada queda
arrasa
sediento vendaval
la mano
quejumbrosa

amarga sed
peregrina
en la sombra

extraño mediodía

sin pausa

sin oasis
​

cansado animal
el cuerpo

se recuesta​

desfallece​

(espejismos

en el pecho)​

detrás del velo

permanecen

tus ojos​

para siempre

 

Excelente estilo minimalista; sentimiento grande lleno de arte, recogido en frasco delgado, estilizado, oro y cristal.
Le aplaudo de pie desde aquí.

 

Dulzura emotiva que conmueve querido amigo... siempre bello leerte...
Cuídate mucho!!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Gracias César. Celebro que te haya agradado este pequeño ejercicio de condensación. Te envío un gran abrazo, compañero.
Dani

 

Gracias, amiga y maestra. Siempre generosa. Cuídate mucho. Te envío un gran abrazo desde Buenos Aires.
Dani.

 

Hermosos versos, con magníficas imágenes en un escrito muy particular. Excelente poema, saludos Daniel

 

Muchas gracias, Daniel. Te envío un abrazo fraternal en las letras. Un gusto tenerte en este humilde rincón.
Dani.

 

Esa música Daniel es alucinante, como una caricia que se va tejiendo
entre la piel, y sube por la sangre hirviendo, un desierto sin oasis que
quema, que abrasa, detrás del velo la mirada, larga, profunda, buscando
otros ojos, como ese sediento vendaval que se vierte sin pausa, dejando
su aliento en el umbral de unos labios que esperan. Tus versos, la música
y mi locura de tanto extrañar. Besitos apretados en tus mejillas. Gracias.

 

¡Qué lindo todo lo que te provoca esta humilde propuesta, dulcísima Anita! Un lujo y un privilegio que me regala este portal, el de llegar a tus ojos con el intento de mis letras.
¡Deja de extrañar y ve en busca!
En palabras de mi amada compatriota Alejandra Pizarnik: "¡Arremete, viajera!".
Beso gigante.
Dani.