Dios te bendiga, Corazón.

Y a ese que a mí corazón latiga,
aprendí a decirle, Dios te bendiga.

Corazón atribulado, Corazón precioso,
no estoy hoy por ti de luto,
tu amor me impregna aunque te vayas.
Yo te deseo la tersura de la rosa,
mi alma siente gratitud, mi vida es plena,
este amor no me aprisiona ni condena.
Te deseo la libertad de las hojas;
que el sabor de la miel pruebes
en una joven boca,
una mejor, una más bella.
Corazón mío en mi imaginación,
mátame en tu mente,
bórrame si es que aún no lo has hecho,
que no te estorbe la oscuridad y la tibieza,
eres libre, hoy tu vida florece.
Corazón tu renaces en cada muerte,
no pierdas el tiempo en la arrogancia,
no te desgastes en reproches,
eres más grande de lo que has creído,
eres mejor de lo que otros creen,
amado Corazón, muy amado:

Dios te bendiga.


Eunice Salvaje.

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12 Julio de 2020
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Bella y luminosa entrega describen tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Me encantó!!

 

Gracias por tu amable comentario.

 

Muchas gracias por tu amable comentario

 

Soltar, dejar ir... desapego.
Que difícil cuando aun late un sentimiento.
Me agrada mucho leerte.
Saludos

 

Waooo, cuanto perdón, subliminal ese perdón y ese deseo de bien, felicitaciones Eunice...!