Nunca me fui

Estuve en silencio
esperando saber de mi,
forjándome en cada lágrima
que derramaba,
si, al esperar a escondidas sin ver,
tonta fui
contemplando las nubes grises
que amaba.

Pero siempre estuve ahí,
batallando en mi,
viendo lo evidente
que no podía esconder,
queriendo,
cuando ya no era posible creer
queriendo luchar sin fuerzas,
incluso sin mi.

Ahí permanecí,
aún con las cadenas
incluso cuando ya no podía seguir,
seguí,
manteniéndome leal
fue cuando me perdí
pero en el piso rota
fue donde supe de mi.

Nunca me fui,
recordé los sueños que rompí
y se despertaron los deseos
que no cumplí,
hoy, el atardecer o la noche
no dan miedo,
y la luz que llevo dentro
ilumina mis pasos.

En el reflejo encontre el amor
que escondía
mis raices nunca se rindieron
ante la sequía,
escuché el grito
de la mujer independentistas
la que se ama entre los sueños
que hoy conquista.

Los pensamientos son libres
llenos de cordura
La niña corre sin miedos
derramando ternura,
La mujer siente la libertad
de correr salvaje
Recorriendo el mundo
sin infierno ni equipaje.​

 

Colmados de fortaleza tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Me conmueve tu poema, creo que el alma de una mujer siempre es el alma de otras tantas, admiro tu fuerza, saludos, Desiré

 

Una gran inspiración Annie, eres muy valiente, una gran guerrera y eso
se nota en tus versos, adelante siempre, que la vida vale la pena. Gracias
por este momento de profunda entrega de tus letras. Besitos apretados en
tus mejillas.

 

awesome... aun en la tristeza haces al poeta que sienta tu energía de mujer plena.