Hazme llorar

Divago entre el humo de la tentación
y me dejo llevar
en esta sublime confusión.

Soy arrastrada entre partículas y polución,
mientras tu voz en un lenguaje ambiguo
me hostiga y me reprocha.

En la oscuridad quisiera sentir
cada fragmento de ti,
hazme llorar, estoy temblando...
No me hagas morir lentamente,
me besan la espalda tus mentiras,
me penetran.
Bebe de mí, hazme llorar
mientras absorbes
mi último aliento.


Eunice Salvaje



8 de agosto de 2020​

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¡Bravo! eunice es un estupendo poema, hasta la última gota es entregada.
Me gusto encontrar tus letras. Un abrazo.

 

Reina hermosa pero si escribes tan bello y lo siento
Besos de colores a tu mundo

 

Muchas gracias @spring, valoro mucho tu comentario un abrazo para ti igual

 

Gracias @Guadalupe Cisneros-Villa, más bello escribe usted, siempre me gusta también leerle, gracias por los besos de colores a mi vida

 

Es un poema bellísimo Eu, congratulations,

 

Un bello poema que enaltece aquel sentimiento de entrega incondicional, de sacrificio de inmolación por amor, felicitaciones Eunice...!!!

 

lo bueno de morir de amor es que podemos renacer.

 

Muy bello Eunice !
Besote

 

El amor es todo menos sacrificio ni sufrimiento, Eu querida.
Te mando un abrazo lleno de cariño.

 

Para sentir algo, hazme llorar. Para que la muerte signifique si la vida no significó la vida, hiéreme. Hazme llorar.

Hace rato compre un helado grande con cuatro enormes bolas de deliciosas calorías bañadas en dulce de leche... y al intentar darle la primera dentellada, se me cayó.

Llora conmigo, amiga Eunice. Y muchas gracias.

 

Risa me da porque ni puedo comer helado, vivo a dieta, pero bueno ya me haré mi helado keto Gracias por comentar ayer hice creo 8 poemas en un día, ay te encargo, soy una màquina

 

Algo así

 

¡Ocho! Bendita tu juventud, ya quiero leerlos. En la madrugada invocaré a las musas a un aquelarre conmigo y a ver qué proponen, las holgazanas.

Yo también, siempre a dieta. Por eso duele más querer ser malo y no tener ni facultad para serlo. ¡Qué sad!